2011-12-19
19/12/2011 Estudio sobre ballenas francas australes



Cada año, Mariano Sironi estudia las ballenas francas que llegan a la Península de Valdés. El suyo es un trabajo de observación y paciencia, que implica mirar a los animales durante horas en su ambiente natural. En sus observaciones ha bautizado a algunas de estas ballenas y tiene registrados muchos días de sus vidas. Este trabajo minucioso le ha permitido entender por ejemplo el comportamiento y desarrollo social de las ballenas francas juveniles y observar fenómenos como el aumento de la mortandad de estos animales y un intervalo cada vez mayor entre pariciones.


Mariano Sironi es profesor adjunto en la Cátedra de Diversidad Animal II de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, y Director Científico del Instituto de Conservación de Ballenas, organismo desde el cual hace más de 40 años se viene monitoreando a la ballena franca austral en Península Valdés.

“Nuestro trabajo en ballenas es el estudio de mayor continuidad en el mundo basado en la foto identificación de individuos. Los relevamientos empezaron en 1970 y tenemos una muy buena base de datos para saber cuándo empezaron los procesos, comparar situaciones, entender cambios. Con respecto a la mortalidad de ballenas en Península Valdés sabemos que el primer pico se dio en 2005 y en los años siguientes hubo mayor número de individuos muertos, hasta 100 en el año 2008. Eso fue muy llamativo. Encontramos tres veces más ballenas muertas que las que veníamos observando”, explica Sironi y agrega: “Esas mortandades elevadas llamaron la atención de la Comisión Ballenera Internacional que regula todo lo que tiene que ver con la cacería y conservación de ballenas en el mundo; está formada por más de 80 países. En 2010 se hizo una reunión con especialistas en ballenas de todo el mundo, y surgieron tres hipótesis para explicar las mortandades. Una tiene que ver con la baja en la disponibilidad de alimento, como el krill, que puede hacer que las hembras estén desnutridas. La otra es que existan enfermedades infecciosas que se estén transmitiendo en la población, virales o bacterianas, y que muchas veces son difíciles de detectar. Por último, la tercera hipótesis es la relacionada con biotoxinas producidas por ciertas algas que están creciendo más que antes por el aumento de la temperatura del mar y los residuos que a él se arrojan. Estamos estudiando estos procesos para comprenderlos mejor”.

3.000 fotografías
El trabajo de observación del comportamiento de las ballenas se realiza desde un acantilado con el uso de un telescopio y se complementa con un relevamiento fotográfico aéreo. Cada año se toman unas 3.000 fotografías de alrededor de 400 ballenas.
Durante los vuelos, también se registran diversas variables como el número de ballenas fotografiadas, su edad, su distribución a lo largo del perímetro de la Península y la presencia de ballenas muertas en las playas. Durante las horas que Sironi pasa mirando hacia el mar para estudiar las ballenas, realiza seguimientos focales continuos, es decir sigue a un individuo con un telescopio, registrando cada instante en que cambia de comportamiento. “Hay categorías de comportamientos que se pueden clasificar de distintas formas. Y lo vas registrando con el momento en que se producen, anotando la hora. Para mi tesis doctoral utilicé un programa donde estaban codificados los comportamientos en una minicomputadora. Entonces para cada comportamiento como `natación´, `salto´ se usan distintas teclas y luego se genera un resumen del tiempo que cada ballena pasó en diferentes comportamientos; por ejemplo, pasó el 27% del tiempo sola; del tiempo que pasó con otros, pasó el 30% con adultos”, y así. Esto permite hacer una descripción bastante detallada del comportamiento animal”, explica el científico.

El Instituto de Conservación de Ballenas lleva adelante un programa de adopción de ballenas, en el que los usuarios que colaboran pueden seguir sus comportamientos e historias de vidas, así como los estudios de los que son parte. Más información sobre el programa puede obtenerse en www.icb.org.ar

 

<ATRAS

Copyright (c) 2001 BUCEO XXI - S.G.I. Asociados - Todos los derechos reservados