Un hombre de 37 años falleció el domingo 3 de febrero por la mañana mientras practicaba buceo con botella en aguas de Calvià. El personal de una ambulancia del 061 trató de reanimar durante más de media hora al deportista, identificado como Guillermo M.V., y nacionalidad española, aunque no pudo hacer nada por salvarle la vida. El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia y poder determinar las causas de la muerte. La víctima y dos amigos salieron en una barca de Port Adriano y se dirigieron a la reserva marina de la isla del Toro. Una vez allí empezaron a bucear. Todos ellos llevaban el equipo adecuado y tenían experiencia. De hecho, un conocido de Guillermo explicó que éste «solía salir a bucear casi cada fin de semana y no sabemos qué le ha podido pasar». Al parecer, la víctima apuró demasiado, por un despiste o un exceso de confianza, y se quedó sin aire. Entonces, buscó a sus dos compañeros para pedirles ayuda. Estaban a varios metros de profundidad y, cuando trataban de regresar a la superficie, Guillermo M.V. se ahogó. Los amigos dieron la voz de alarma y llevaron el cuerpo en la barca hasta Port Adriano.

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