El profesor del Institut de Ciences del Mar, en Barcelona, Josep Maria Gili, ha señalado que de las especies que se han registrado en las playas del Mediterráneo en los últimos años "ninguna puede llegar a ser peligrosa para el hombre". Así, ha apuntado que, aunque se registren picaduras durante el verano, no hay posibilidad de que éstas sean mortales como ocurre, por ejemplo en Australia.
Gili, que participa en el Proyecto Medusa, que monitoriza desde el año 2000 la proliferación de este animal, ha explicado que hay catalogadas unas 200 especies de medusas en el Mediterráneo, de las que sólo unas seis se acercan a las playas y que "en muchos casos si se recogen y se devuelven al océano no es por su peligrosidad si no porque no es agradable para el bañista estar en un ambiente gelatinoso".
Aún así, el biólogo ha señalado que el Mediterráneo "es una de las regiones del planeta donde más evidente resulta el aumento de las poblaciones de medusas". En este sentido, ha apuntado que "ahora se suceden los años de medusas de forma casi continua" pero, a su juicio, ésto se trata de un fenómeno "local y reversible", por ello se está "recopilando datos" para tratar de elaborar "un pronóstico de medusas". Precisamente, los científicos han señalado que hace falta un mayor estudio sobre esta especie en la que trabajan "apenas un centenar de expertos en todo el mundo", según ha apuntado el científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carlos M. Duarte. Duarte ha señalado que las medusas están entre los "animales más antiguos de la Tierra", se calcula que existen desde hace 500 millones de años, y pueblan todas las regiones del océano. En este sentido, los expertos señalan a la medusa como "un éxito evolutivo", pues los fósiles más antiguos de este animal muestran que su aspecto no ha cambiado desde su origen. Por ello, los científicos han querido defender, durante el 'VI Debate sobre Biología de la Conservación' organizado por la Fundación BBVA, la "figura" de la medusa que, como consecuencia de los ocurrido en las costas en los últimos años, "no tienen buena fama". Así, Duarte ha explicado que estos animales, "además de bellos", son uno de los organismos que mejor trasladan y distribuyen el CO2 en el océano, ya que son capaces de sobrevivir tanto en aguas profundas como en la superficie. Además, son una gran ayuda para la biotecnología y la biomedicina."Mientras que las medusas han causado la muerte a un centenar de personas, los desarrollos médicos obtenidos gracias a ellas han ayudado a salvar centenares de miles de vidas", ha añadido al investigador español al respecto.
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