2011-09-06
06/09/2011 Hallan pecio inglés frente a O Rostro



Fuente: www.lavozdegalicia.es

Desde hace ya unos días, la oferta del Centro de Buceo Finisterre se ha ampliado con un nuevo hallazgo. Los responsables de esta empresa dieron hace un par de semanas con los restos del Mathew Cay, un barco de vapor inglés que se hundió frente a las costas de Fisterra.

Para conocer la identidad del pecio encontrado, los buceadores comandados por Fernando Carrillo, se llevaron la campana. Tras limpiarla tomaron conciencia de que aquellos restos tan bien conservados eran los de un barco que se fue a pique con 19 personas a bordo, de las que únicamente seis sobrevivieron.

La campana está ahora a disposición del que quiera verla. La llevaron al Museo da Pesca, en el castillo de San Carlos, y allí ha quedado bajo la protección de la cofradía de pescadores, que es la dueña de la instalación.
El hallazgo también ha reportado beneficios al centro de buceo, que ya llevó a la zona a submarinistas expertos, en su mayor parte procedentes de A Coruña. La cuestión es que el Mathew Cay, o lo que queda de él, se encuentra a unos 50 metros de profundidad, lo que limita el acceso a buceadores veteranos.

Hierros

Fernando Carrillo explica que dio con el lugar, a 2,5 millas frente a la playa de O Rostro, porque un pescador le comentó que en ese lugar pasaban cosas extrañas y bastante desagradables. Era habitual que cuando largaba en ese entorno tuviera que reparar las redes, que en muchas ocasiones volvían al buque con restos de hierro.
Se dieron cuenta entonces de que bajo las aguas había algún resto, y resultó ser el del Mathew Cay, un vapor que navegaba de Escocia a Italia y que se hundió en 1877, apenas cinco años después de su construcción, de lo que da fe la inscripción de la campana.

Según cuenta Fernando Carrillo, unas treinta o cuarenta personas han tenido acceso en estas últimas dos semanas a los restos del barco, del que apenas hay imágenes. El motivo es que está a demasiada profundidad para que las fotografías sean suficientemente claras. Sí hay bastante luz para una inmersión, por lo que el pecio se han convertido en un gran atractivo para los submarinistas.
Las aguas de Fisterra están este año especialmente claras. Esa podría ser la causa de que unas 600 personas hayan realizado actividades de buceo con esta empresa en lo que va de verano.
Fernando Carrillo considera que la mayor demanda de cursos e inmersiones en grupo puede deberse al desvío de este tipo de turismo de determinadas zonas del Mediterráneo, a causa de las revueltas islamistas.
En todo caso, en el Atlántico y en el área de Fisterra y Corcubión hay muchas cosas que ver y la visibilidad bajo el agua es buena incluso a 20 metros.

 

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