2011-06-09
09/06/2011 Buceo adaptado a los leones marinos


Experiencia piloto de buceo adaptado para discapacitados en Benidorm. Un parque de ocio y un centro submarinista del municipio se unen para ofrecer inmersiones subacuáticas para personas con discapacidades físicas o psíquicas con la posibilidad de interactuar sumergido con animales como terapia de estimulación.


Quien no puede flotar por una minusvalía física no puede hacerse a la idea de la impresión que supone la libertad de movimientos que ofrece la ingravidez submarina. Personas con discapacidades físicas lo han podido comprobar. También otras con problemas psíquicos.

Fueron los participantes de la primera experiencia de buceo adaptado con leones marinos del centro Aqua Natura.
La prueba empezó sobre las cuatro de la tarde, con los seis monitores explicando a los participantes (asociados de Asmibe y usuarios del centro Doble Amor de Benidorm) en qué iba a consistir la actividad, y facilitándoles los trajes de neopreno con los que se sumergirían en la piscina.


Participaron mujeres y hombres de edades comprendidas entre los 19 y los 61 años. Según explicó la psicóloga del Club de Ocio del Doble Amor, Susana Pérez, pensaron que se apuntaría más gente de la que finalmente lo hizo, pero la novedad a veces supone un freno importante para estas personas. «Cuando empiecen a compartir su experiencia con los otros, éstos tendrán más interés en participar», explicó. Tampoco, según reconoció, dieron un plazo amplio para apuntarse. Apenas día y medio desde que les plantearon la actividad desde el parque de ocio y el centro de buceo Diving Stones de Benidorm. Aun así, la cita no estaba abierta a todos sus asociados, pues eligieron a «aquellos cuyo nivel cognitivo les permite seguir instrucciones, así como a los que mostraron mayor interés».


Ya con los trajes fueron entrando en el agua de tres en tres, disponiendo cada uno de dos monitores para realizar la actividad. Primero les explicaron con las botellas de aire cómo respirar bajo el agua. Una vez esa parte estaba superada, ya pasaban a la piscina de al lado, donde nadaban distraídos los leones marinos, algunos de considerable tamaño. Aun así, no parecían tenerles ningún miedo, según se podía comprobar viéndoles junto a ellos en el fondo a través de las ventanas subacuáticas del recinto.


La psicóloga avanzó que pese a ser un programa piloto, lo más probable es que este continúe, ya que todos los monitores del centro de Benidorm «saben enseñar a bucear a personas con discapacidad física, visual e intelectual». Aun así, y dado el elevado número de usuarios de la escuela Doble Amor, lo más probable es que pocos repitan la experiencia si empiezan a prodigarse las solicitudes. Aun así, recalcó que ya el hecho de haberla probado era importante para ellos.


La iniciativa, que trata de fomentar la práctica del buceo junto a la interacción con los animales para aportar beneficios emocionales al público, es especialmente buena para este perfil de personas. «Genera una comunicación no verbal que produce sentimientos terapéuticos, estimula el sistema nervioso central y en algunos casos puede ser útil para los tratamientos de depresión», informaron desde el parque. Y es que según añadieron «a través del contacto con los animales se refuerza la autoestima y aumenta la confianza de la persona».

 

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