2011-05-12
12/05/2011 Toneladas de organismos marinos se descartan anualmente


Oceana ha solicitado en la Comisión Europea que se ponga fin urgentemente a los descartes pesqueros. En la actualidad y debido a la falta de regulación efectiva por parte de la UE y de los Estados miembros, la flota europea arroja por la borda cada año alrededor de 1,3 millones de toneladas de organismos marinos, el 13% de las capturas totales.

La organización internacional de conservación marina resalta que este desperdicio, que no aporta ningún beneficio a la sociedad, carece de sentido desde el punto de vista ético, económico y medioambiental. "La pasividad de la política pesquera europea permite el uso de técnicas pesqueras poco selectivas que generan tasas de descartes que alcanzan un 70%, un 80% e incluso 90% de las capturas", afirma Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa. "En muchos casos, estas técnicas, entre las que se encuentra el arrastre de fondo, dañan el propio ecosistema, del que dependen especies de interés comercial y no comercial".

Este desperdicio innecesario de recursos marinos socava la salud de los stocks, amenaza la sostenibilidad económica a largo plazo de las pesquerías europeas y desequilibra el ecosistema y su biodiversidad. Este efecto colateral de la política pesquera europea, además de inaceptable, se contradice con los objetivos expresados en las principales regulaciones de la Política Pesquera Común, la Directiva Marco del Medio Marino y la Política Marítima Integrada, así como con una serie de compromisos internacionales.


Oceana reclama un máximo aceptable de capturas accidentales, definido con criterio científico y en combinación con la obligación de desembarcar todas las capturas. Para cumplir con este máximo, deberán modificarse las prácticas pesqueras de determinadas pesquerías o poner en práctica medidas técnicas que sean más compatibles con el estado real de estas. Asimismo y para desincentivar los descartes, son necesarios controles efectivos, adaptados a la escala y tipo de cada pesquería y con un sistema proporcional de sanciones.


"La prohibición de los descartes no es una solución por sí misma, sino que debe incluir medidas técnicas diseñadas para reducir la muerte innecesaria de numerosos organismos y disminuir este desperdicio de recursos", señala Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa. "La reforma de la Política Pesquera Común actualmente en marcha supone una oportunidad crucial para afrontar este problema y establecer un marco legal que permita avanzar hacia una gestión de pesquerías más sostenible. La UE no puede seguir permitiéndose desechar 1,3 millones de toneladas en descartes cuando 9 de cada 10 de los stocks pesqueros europeos evaluados están sobreexplotados".

 

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