Como si fuera una escena de una película de ciencia ficción, miles, quizás millones, de cangrejos rey marchan a través de las aguas heladas y la platafroma continental de la Antártida procedentes de alta mar. "Vienen de las profundidades, en algún lugar entre 2.000 a 3.500 metros de profundidad", dijo James McClintock, profesor de Biología Marina y Polar de la Universidad de Alabama en Birmingham. Los cangrejos de caparazón aplastado no habían estado en la Antártida, el continente más austral de la Tierra, durante cientos o miles, si no millones, de años, dijo McClintock. "Tienen problemas para regular los iones de magnesio en los fluidos de su cuerpo debido a las bajas temperaturas".
Pero algo ha cambiado, y estos crustáceos están listos para moverse por la plataforma que rodea a la Antártida. McClintock y otros investigadores marinos están haciendo sonar las alarmas porque los ecosistemas vulnerables pueden ser eliminados. Las almejas, los caracoles y las estrellas de mar, debido a la adaptación a su entorno, tienen una cáscara blanda y nunca han tenido que luchar contra el aplastamiento de su concha por depredadores. "Usted puede tomar una almeja de la Antártida y aplastarla con las manos", dijo McClintock. Podrían ser la presa principal de estos cangrejos, dijo. Otras especies en peligro son susceptibles de uso en investigación farmacéutica.
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