Al tiempo que comenzaban las negociaciones sobre cuotas pesqueras el pasado lunes 17 de diciembre, Oceana recordaba a los ministros de pesca de la UE los preocupantes informes del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES en inglés) sobre las posibilidades de capturas para 2008 en el Atlántico Nordeste. Según este foro científico, sólo 13 de los stocks pesqueros de esta zona están gestionados sosteniblemente, mientras que 28 están fueran de los límites biológicos, para 18 se pide una cuota cero de capturas y en 56 stocks no se ha proporcionado información suficiente para poder garantizar su buena gestión. Esto significa que 3⁄4 de los stocks sobre los que centra el 50% de sus capturas la flota europea están sobreexplotados: Oceana teme que, nuevamente, el Consejo de Ministros de Pesca de la UE vuelva a ignorar los consejos científicos, como ha ocurrido en las últimas décadas. Durante los últimos 20 años, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, que aglutina a más de 1.600 científicos europeos, ha ofrecido más de 1.500 consejos científicos a los gobiernos de la UE y otros países del Atlántico Nordeste para la buena gestión de los stocks pesqueros. De ellos, sólo unos 350 han sido tenidos en cuenta, mientras que más de 1.200 han sido totalmente ignorados. Este es el resultado de un análisis realizado por Oceana sobre los datos de cuotas y capturas de las flotas europeas durante las últimas dos décadas. El jurel, el salmón, la merluza, la anchoa, el merlán y el rape son las especies sobre las que menos se han seguido criterios científicos para su explotación. Mientras que a las pesquerías de bacaladilla, jurel, capelán, anchoa, merluza y bacalao se les ha otorgado las cuotas más excesivas. Esta mala gestión pesquera ha llevado a una sobreexplotación generalizada de los recursos pesqueros del Atlántico. Una evidencia de que las cuotas de pesca asignadas a cada flota eran excesivas es el hecho de que ni siquiera los pescadores han podido capturar el volumen de toneladas que tenían asignado, pero la sobrepesca originada ha provocado que muchos stocks pesqueros hayan empezado a colapsarse. En concreto, las flotas pesqueras de la UE y otros países europeos han pescado 13 millones de toneladas menos de las previstas, respecto a las que les otorgaron sus gobiernos, pero superan en más de 22 millones de toneladas las que fueron aconsejadas por los científicos. En el caso de la anchoa se han ignorado más del 95% de las propuestas científicas y, además, se han otorgado cuotas que excedían en un 35% a las aconsejadas; para el bacalao, se han permitido cuotas un 25% superiores a las propuestas por ICES y se ha ignorado el 85% de los consejos aportados; o para la merluza, donde las cuotas superaban a las propuestas en un 30% y se ha desoído el 95% de los consejos. En estas cifras no se incluyen los, al menos, más de 30 millones de toneladas de descartes realizados por las flotas europeas durante este periodo. Ni estas cifras, ni las capturas de inmaduros o las realizadas ilegalmente o sin informar debidamente han sido tenidas en cuenta por el Consejo a la hora de otorgar las cuotas pesqueras, con lo que la sobreexplotación pesquera llega a límites exorbitantes. Pese a que en la Unión Europea se comercializan varios cientos de especies marinas, sólo menos de medio centenar se rigen por sistemas de gestión, cuotas y evaluaciones científicas; el resto no goza de estas regulaciones y limitaciones. "Imaginemos que establecemos un plan económico para nuestra familia. Nuestro banco nos aconseja que no gastemos más de 700 euros, pero decidimos gastar 1.000. Damos a cada uno de nuestros diez hijos 100 euros y algunos gastan por encima de sus posibilidades, y otros incluso nos roban. ¿Cuál será nuestra situación financiera el próximo año? En el caso de las pesquerías europeas no sólo hablamos de dinero, sino del uso irresponsable que estamos haciendo de los ecosistemas marino", ha declarado Gilles Doignon, responsable de campañas de desperdicio pesquero de Oceana. Por estas razones, Oceana urge a los ministros de pesca de la UE para que tengan en cuenta la situación biológica real de los stocks pesqueros a la hora de otorgar los permisos y cuotas de pesca, así como aportar una visión de futuro para estos recursos. Más aun, Oceana recomienda que se incremente la partida presupuestaria a ICES para que esta organización pueda reclutar y entrenar a más científicos con el objeto desarrollar mejores y más detallados estudios para la gestión de todos y cada uno de los stocks pesqueros explotados por las flotas europeas. "Si en las pocas especies evaluadas y en las que se limitan las capturas por medio de cuotas no se respetan los consejos científicos, podemos imaginar cual es el estado de las que ni siquiera gozan de estas premisas. Ante este panorama, a nadie le puede extrañar que los stocks pesqueros de Europa se encuentren en tan lamentable estado. La forma irresponsable en la que ha gestionado los recursos la UE es inaceptable", ha declarado Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa.
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