2011-04-20
20/04/2011 Desechos militares amenazan los océanos


Desechos militares en los océanos son peligrosos para los ecosistemas de corales, arrecifes y la vida marina en general, alertaron expertos. Y catástrofes como tsunamis podrían además llevarlos a las costas.

"El tsunami provocado por el terremoto en Japón incrementó la probabilidad de que armas químicas y convencionales lleguen a la costa, ya que reposan a una escasa profundidad de 200 metros en la Bahía de Chosi, en la prefectura de Chiba", señaló Ryo Sato, investigador marítimo en Global Green, organización estadounidense afiliada a Green Cross International.

El mar Báltico, el océano del Atlántico Norte, el mar Mediterráneo y el océano Pacífico son los lugares más afectados por los desechos militares. En Filipinas, la municipalidad de Coron, la bahía de Subic y el golfo de Leyte tienen la mayor densidad de aviones y barcos hundidos en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), así como "numerosas embarcaciones naufragadas y aviones que yacen en el suelo marino", según la oficina filipina del Fondo Mundial para la Naturaleza. "El ejército de Estados Unidos lanzó más de 8.000 toneladas de armas químicas cerca de Hawai", señaló Paul Walker, director de Global Green, en la reciente quinta Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Limpieza de Desechos Marinos, celebrada en ese archipiélago. Alrededor de 300.000 toneladas de agentes químicos para la guerra fueron lanzados en océanos entre 1946 y 1965. Más de 400.000 bombas y misiles con gas flotan en aguas estadounidenses, 40.000 toneladas de armas convencionales están en el mar Báltico, 21.000 más flotan en aguas australianas y otras 6.000 toneladas lo hacen en la costa de Japón.
"Los desechos marinos... tienen impactos adversos en la vida marina, destruyen el hábitat y enredan los alimentos de organismos marinos y aves de mar", dijo Finn Longinotto, de Global Green. Francia realizó 127 pruebas nucleares submarinas entre 1977 y 1996 en la Polinesia Francesa, creando un cráter artificial de 140 metros de diámetro y removiendo un millón de metros cúbicos de corales y arena. Las explosiones inyectaron material nuclear en las rocas carbonatadas que serán liberadas gradualmente al océano. Terremotos y aludes marinos intensificarán la liberación de material radiactivo, afectando a los alimentos marinos, las corrientes de los océanos y las lluvias en todo el planeta en el largo plazo.
 
No obstante, un estudio realizado por la Agencia Internacional de Energía Atómica a instancias de París en 1998 asegura que el material nuclear residual era insignificante.
Mientras, una investigación realizada por la Universidad de Florida indicó que misiles, torpedos y submarinos emiten ondas sonoras que dañan la capacidad auditiva de cetáceos como delfines, dugongos y ballenas, afectando sus habilidades de caza, su comunicación, sus patrones de migración y su comportamiento en la época de apareamiento.
Las Fuerzas Armadas de India también destruyeron frágiles hábitat marinos y ecosistemas corales. En la bahía de Bengala, la Organización para la Investigación y el Desarrollo de la Defensa (DRDO, por sus siglas en inglés) de ese país realizó pruebas con misiles en un nido de tortugas ubicado el santuario marino de Gahirmatha.

 

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