La proliferación de furtivos que utilizan técnicas de buceo para la esquilmación del marisco en la ría ha hecho saltar las alarmas en el seno de la Cofradía de Pescadores de Ferrol. Tal y como publicó La Voz el pasado 1 de julio, ya en aquel momento desde el pósito se alertaba de una situación que empeoró mucho en el transcurso de las fechas navideñas más destacadas y que continúa igual durante estas jornadas.

El patrón mayor del colectivo, José Luis Estévez, recordaba ayer al respecto que lo que hasta hace un año practicaban «cuatro o cinco personas» de manera irregular subió en verano «a quince» y, en la actualidad, son ya «alrededor de 25 ranas que, de forma habitual y muy organizados, se dedican al furtivismo».
Organizados
También pone el acento Estévez en denunciar que «sabemos que en ocasiones hay dos personas buceando y otras dos sacando el marisco para fuera, por lo que el daño que están haciendo es muy grave». Son, además, muy difíciles de controlar, ya que «si detectan cualquier movimiento de vigilancia se limitan a dejar en el fondo el marisco que están quitando de forma ilegal y dicen que están buceando por diversión». ¿Cuáles son las zonas en las que más se aplican estos furtivos? Aunque inicialmente se concentraban en el área del castillo de San Felipe, ahora, al proliferar, se extienden a diferentes puntos tanto del interior como del exterior de la ría. Sus objetivos primordiales son especies como la nécora, la centolla, la vieira o la almeja babosa. En el caso de este último producto, la almeja, también es habitual que el saqueo se produzca en las áreas en las que el bivalvo ha sido resembrado por parte de los trabajadores de las cofradías para su depuración biológica en aguas limpias, al proceder de zonas C.

Fuente:www.lavozdegalicia.es

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