2010-12-29
29/12/2010 WWF pide que se haga un regalo al mar



Ante la delicada situación en que se encuentran algunas especies pesqueras consumidas en nuestro país, WWF desea que, en estas fechas señaladas, los ciudadanos se comprometan con el mar evitando el consumo de las más amenazadas, como el atún rojo, la anguila, el caviar de esturión o el rodaballo salvaje.
 La organización recuerda que hay opciones más sostenibles en el mercado, como la sardina o el arenque, el pulpo de nasa, la nécora, el centollo o el percebe.
 
WWF propone que estas Navidades los consumidores reflexionen sobre las especies que van a conformar su menú y elijan aquellas que estén en mejor estado de conservación y cuya captura tenga un impacto menor en los ecosistemas.
Así, recomienda, a quienes quieran poner freno al agotamiento de los recursos, evitar adquirir especies como la anguila europea, el caviar de esturión salvaje, el rodaballo salvaje de aguas europeas, o el atún rojo del Atlántico.
 
La organización hace hincapié en la importancia de conocer la procedencia del pescado (pesca extractiva o acuicultura), así como el caladero del que proviene o el arte de pesca utilizado. Y señala que, en líneas generales, es preferible optar por especies que provienen de la pesca de bajura o pesquerías próximas, artes con un menor impacto en el medio y que hayan sido extraídas respetando las regulaciones como las tallas mínimas, límites de captura y las vedas.
 
WWF recuerda que la anguila europea está al borde de la desaparición. De hecho, apenas queda un 2 por ciento de su población original, lo que ha llevado a prohibir su pesca en Andalucía durante diez años. Por esta razón, WWF considera que las angulas y las anguilas deberían dejar de formar parte de nuestra carta hasta que haya signos claros de recuperación.
 
Por otro lado, el rodaballo salvaje se encuentra fuertemente sobreexplotado en la mayoría de los caladeros europeos, por lo que debe también eludirse; así como el pez espada del Mediterráneo para el que aún no existe un plan de gestión.
Otras especies, como el besugo en aguas ibéricas, la chirla extraída con draga y la mayoría de las rayas, muestran problemas similares de escasez o relativos al impacto de su captura. En la misma situación está el cotizado caviar de esturión salvaje que se obtiene de una especie altamente amenazada, pese a estar protegida por convenios internacionales como CITES. Por último, el atún rojo del Atlántico se ha convertido en un símbolo de las graves consecuencias de la sobreexplotación y pesca ilegal, hasta el punto de rozar el colapso.

Afortunadamente, los consumidores y el mercado han reaccionado a tiempo ante la crisis del atún rojo. No en vano, recientemente medio centenar de empresas se han unido a una campaña de WWF dejando de comercializar esta especie. Entre ellas, se encuentran las principales empresas de distribución europeas como Eroski, Auchan, Edeka, Ikea o Carrefour. Entre las especies que WWF considera más sostenibles tras sus evaluaciones, se encuentran la mayoría de los mariscos típicos navideños, como el percebe del Atlántico, la nécora, el centollo, almejas y berberechos, las navajas, ostras o el pulpo de nasa.
 
La organización considera que es preferible el consumo de especies de bajo nivel trófico (en los eslabones bajos de la pirámide alimentaria marina), entre las que destacan la sardina (ej. de cerco de Galicia-Portugal), el arenque (Atlántico), la caballa del Atlántico o el jurel.




 

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