2010-11-30
30/11/2010 Fracaso en la protección del atún y el pez espada




Oceana lamenta el fracaso total en la protección del atún rojo y el pez espada tras la 17ª Reunión Extraordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que ha concluido en París.
 
La organización internacional de conservación marina señala que solo ha habido avances modestos en relación a tiburones y tortugas marinas. “Pese a la retórica florida, ICCAT ha sido lo de siempre”, indica el Dr. Michael Hirshfield, Vicepresidente de Oceana y responsable de la delegación. “Está claro que los distintos países no han venido a París a preservar las especies de las que son responsables. ICCAT se ha declarado incapaz ante todo el mundo”.

ICCAT es incapaz de:
Dar fin a la pesca industrial y establecer y hacer cumplir límites de capturas que permitan recuperar las poblaciones de atún rojo.
Impedir las capturas de atún rojo mientras se reproduce.
Establecer algún tipo de gestión para el pez espada en el Mediterráneo.
Preservar los tiburones, salvo que estén casi extintos.

A pesar de su situación de agotamiento, ICCAT ha fracasado a la hora de establecer suficientes medidas de protección para recuperar la población del Atlántico Oriental y la del Occidental. ICCAT ha reducido las capturas admisibles del atún rojo del Atlántico Oriental a 12.900 toneladas, una disminución del 4% que casi parece una broma. Además, no ha conseguido poner en marcha la creación de santuarios en las aéreas de reproducción, una elemental medida de gestión que resulta esencial. Oceana apoya el cierre de la pesquería del atún rojo hasta que haya un sistema que ajuste los niveles de capturas a las recomendaciones científicas, asegure la recuperación del stock, detenga la pesca ilegal y proteja las áreas de reproducción del Golfo de México y el Mediterráneo.
“Esta reducción de cuota es trivial y representa una decisión política, no científica”, señala María José Cornax, responsable de Pesquerías en Oceana Europa. “Dado que no se cierra la pesca industrial, en realidad se está fomentando la pesca ilegal y, además, sin asegurar la recuperación del stock. Este acuerdo político no es bueno ni para el pescado ni para los pescadores, y lo que conseguirá es sobreexplotar aún más el stock”.
“También es más de lo mismo para el stock occidental de atún rojo”, declara Hirshfield. “Un recorte de cuota simbólico por aquí, una llamada a identificar áreas de reproducción por allá… no ha cambiado nada. Y mientras tanto, el stock sigue en niveles peligrosamente bajos”.

Oceana muestra también su decepción tras la decisión de ICCAT de no respetar su compromiso de 2009 de establecer en 2010 un plan de gestión a largo plazo y más completo para el pez espada del Mediterráneo. Las poblaciones de pez espada han disminuido sustancialmente en este mar en los últimos veinte años y hoy en día se continúan capturando numerosos ejemplares antes de que hayan podido reproducirse ni siquiera una vez. Pese a que la situación es inaceptable, la pesquería sigue prácticamente sin gestionar y sin controlar.
atrapados en redes, lo que podría salvar decenas de millares de tortugas capturadas accidentalmente en las pesquerías de ICCAT. Los científicos estiman que cada año la pesca de palangre atrapa entre 240.000 y 350.000 tortugas marinas en el Atlántico y Mediterráneo.

 

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