El fondo marino frente a Barcelona alberga todo tipo de objetos. Algunos proceden de la red de colectores de la ciudad y otros se han arrojado directamente al mar como si de un vertedero se tratase. Un equipo de submarinistas del centro de buceo Vanas Dive en colaboración con la Cruz Roja y la Guardia Urbana de Barcelona rastreó, el pasado viernes, la zona de baños del Fòrum y el frente marítimo donde está previsto construir el futuro zoo, para contribuir a la limpieza de playas que realizan desde hace tres años en el litoral catalán a finales de temporada.

Una vez localizados, antes de extraerlos, los objetos son depositados en bolsas y, cuando el peso no permite reflotarlos, se utilizan unos globos que los suben hasta la superficie. Después se llevan a tierra en barca. Los resultados de la pesca fueron buenos, a tenor de la cantidad de desechos recuperados, o malos, si se tiene en cuenta que este volumen de basura es sólo una pequeña parte de lo que ha ido a parar al mar. Sea como fuere, la iniciativa se repetirá el próximo año y, probablemente, por partida doble, cuando haya acabado la temporada de baño, y también antes de que esta comience. La treintena de buceadores que participó en la operación de rescate acabó la jornada con una curiosa entrega de premios a los objetos más originales que encontraron. Entre ellos, unas gafas, un par de zapatillas de deporte, un extintor, botellas de cava y hasta un equipo de oxígeno de ambulancia. Y, cómo no, varias bicicletas del bicing. No es extraño encontrar los vehículos del servicio público de alquiler de bicicletas de Barcelona en lugares tan variopintos como balcones y terrazas, contenedores de basura, flotando cerca de la desembocadura del Besòs y aparcados o circulando en ciudades tan alejadas como Lleida. De lo que no se tenía noticia aún es de que pudieran encontrarse en el fondo del mar, envueltos en algas.

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