2010-10-06
06/10/2010 Medio Ambiente selecciona el 'top ten' de enclaves en el mar


  

Frente a la costa gerundense del Cap de Creus se encuentra uno de los más valiosos, y a la vez más desconocidos, paraísos submarinos del Mediterráneo occidental.

El suelo bajo el agua se prolonga primero con una suave pendiente y, después, a unas cuatro millas mar adentro, se interrumpe bruscamente con un gran acantilado subacuático que se precipita hasta los 2.000 metros de profundidad. Es el cañón de Creus.

 

 Los investigadores sólo han bajado con robots hasta los 400 metros, pero han podido documentar algunos de sus tesoros naturales. El lugar acoge las formaciones de coral de aguas frías más importantes del Mediterráneo español, unas ramificaciones de color blanco que crecen por debajo de los 100 metros de profundidad. Es el hábitat ideal para los alevines y juveniles de diversas especies de peces.

El cañón de Creus es uno de los diez enclaves que el Ministerio de Medio Ambiente ha preseleccionado para impulsar la red de áreas marinas protegidas. Actualmente, en España sólo hay un área protegida en el mar (la del Cachucho, frente a Asturias), además de una decena de reservas pesqueras. Así, menos de un 1% de las aguas marinas tienen alguna figura legal que las proteja. Los mares, sus fondos y sus hábitats, pese a estar muy expuestos a los riesgos de sobreexplotación y a la degradación, no están bien defendidos. Y es lo que se pretende ahora conseguir.

 Los ecosistemas seleccionados son muy variados. Hay cañones, valles, montañas e islas submarinas o formaciones volcánicas. La lista incluye, además del cañón de Creus, el banco de Galicia, el cañón de Avilés, el delta del Ebro-Columbretes, el canal de Menorca, el Seco de los Olivos (frente a Almería), la isla de Alborán y conos volcánicos, las chimeneas hidrotermales de Cádiz, el banco de la Concepción (al norte de Lanzarote) y el sur de la isla Fuerteventura.

Los valores naturales en juego son enormes. El banco de Galicia, por ejemplo, alberga formaciones de corales de aguas frías con cavidades y huecos que crean variados microhábitats que atraen a una gran variedad de especies. El canal de Menorca es un mar de sorpresas de corales blandos, y la isla de Alborán acoge delfines, calderones negros y grises, cachalotes y rorcuales, así como una abundante población de tortugas.

El Ministerio de Medio Ambiente prevé que el año próximo se aprueben las tres primeras áreas marinas protegidas - el banco de Galicia, el cañón de Avilés y las chimeneas hidrotermales del golfo de Cádiz-,mientras que en el año 2012 se concretaría la protección de las demás, según explica Juan Carlos Martín Frageiro, secretario general del Mar. Algunas de estas áreas (como la del cañón de Creus, situada en el límite del golfo de León) o la isla de Alborán obligarán a involucrar en la conservación a Francia, a Argelia y a Marruecos. El proceso para conformar estas áreas marinas protegidas obligará a "reforzar la coordinación entre España y los demás estados miembros de la Unión Europea o con terceros países que comparten la misma región o subregión marina para asegurar la coherencia y coordinación de las estrategias de la misma zona", explica la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa.

 

 

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