2010-10-05
05/10/2010 Hallaron 20 mil nuevas especies marinas




El censo internacional, que se llevó a cabo durante diez años, permitió el descubrimiento de varios miles de especies marinas nuevas. En total, se sumaron 20 mil tipos de animales y vegales que habitan los océanos y que eran desconocidos. El proyecto internacional, denominado Censo de la Vida Marina, permitirá además un mejor conocimiento del impacto de ciertas amenazas como la pesca excesiva del bacalao y del atún, los diferentes tipos de contaminación o el calentamiento climático.

 

Las conclusiones de este trabajo fueron publicadas ayer, en Londres. Podría resultar particularmente útil para evaluar las consecuencias de la marea negra que provocó en el golfo de México un derrame de petróleo de un pozo de la empresa BP este año.

El censo, que fue llevado a cabo por 2.700 expertos de 80 países y concluyó ayer, permitió el descubrimiento de criaturas como un “cangrejo yeti” de pinzas peludas, un pez luminoso que vive en las profundidades marinas privadas de sol, una especie de camarón que se creía extinguida desde el período jurásico y un calamar de siete metros de largo. También se descubrió un “puffin”, ave marítima que recorre todos los años 64.000 kilómetros, es decir la migración más importante conocida hasta ahora.

“Las informaciones que dan los océanos son a la vez muy buenas y muy malas”, resumió Paul Snelgrove, de la Universidad Memorial de Canadá, redactor del informe final. Estos expertos censaron más especies nuevas de las que pensaban descubrir desde los mares árticos hasta las laderas volcánicas de algunos fondos marinos. Llevaron el número de tipos de animales o vegetales conocidos en los océanos de 230.000 a cerca de 250.000.

Estiman que muchos más, unos 750.000, todavía no han sido descubiertos, sobre todo en las extensiones inexploradas del Ártico, la Antártida o la parte oriental del Pacífico. Además, la parte más grande del piso marino todavía no ha sido objeto del más mínimo censo. “Es una oportunidad enorme”, se entusiasma Jesse Ausubel, co-organizador del censo y director de programa en la Fundación Alfred P. Sloan. “Por cada especie que conocemos, hay tres por descubrir”. No es una proyección hecha al azar: el censo permitió descubrir más de 6.000 potenciales especies nuevas , esencialmente crustáceos y mosquitos, de los cuales más de 1.200 fueron objeto de una descripción precisa.

En 2009, el examen del Golfo de México permitió censar 8.332 especies de peces o mamíferos en la zona afectada por el derrame de petróleo provocada por una explosión en un pozo de BP en abril de 2010.La comparación entre estas cifras y los datos reunidos posteriormente permitirá evaluar los daños sufridos por la fauna y la flora marina y por ende el costo eventual de la factura para BP. “Se ha convertido en uno de los aportes potencialmente más importantes del censo”, señala Jesse Ausubel.

En la investigación participaron dos integrantes de la comisión formada por el presidente estadounidense Barack Obama para investigar el derrame, Terry García y Donald Boesch.

A un plazo más largo, la observación de los océanos debería permitir comprender mejor las amenazas que éstos enfrentan como la acidificación provocada por el calentamiento climático. El estudio de la composición de ciertas criaturas también podría desembocar en avances médicos. Un proyecto afín permitió crear un “código de barra de la vida” gracias al cual los científicos pueden identificar las especies sirviéndose de un test genético rápido. Este código ya permitió sacar a relucir falsos sushis en Nueva York y podría mejorar la lucha contra el fraude en las exportaciones de pescados en todo el mundo.

 

 

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