2010-10-05
05/10/2010 Años después de prohibido, sigue el buceo artesanal




A 150 pies de profundidad buscan el producto para venderlo y dar de comer a sus familias, sin embargo, con cada inmersión su nivel de vida y su vida se apagan poco a poco.

 

“En 1965 la langosta se sacaba sin necesidad de bucear, pero ahora las condiciones son diferentes y tienen que buscarla a 46 metros de profundidad”, nos comenta Eustace Wiltshire, promotor de pesca artesanal, quien señala que se están haciendo grandes esfuerzos por eliminar la peligrosa práctica, que por la descompresión o embolia gaseosa producida por una disminución brusca de la presión atmosférica, provoca parálisis transitoria, y, en ocasiones, se producen lesiones permanentes e incluso la muerte. Comentó que con el apoyo del Instituto Nicaragüense de la Pesca, Inpesca, se ha capacitado a numerosos buzos, organizándolos en 45 cooperativas en toda la costa del Caribe, logrando sacar del buceo a 55, y esperan sacar a otros 55 en la zona de Laguna de Perlas, con el ejercicio de la reconversión ocupacional.

Sin embargo, también observan que algunos de los que se acogieron a la reconversión están regresando a la práctica, por lo que están estudiando la problemática.

 

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