Las unidades de buceo de Armada de Rusia contarán con nuevos equipos de buceo para trabajar a profundidad de 60 metros para finales del año en curso, informaron fuentes del Ministerio ruso de Defensa.
El comando de la Armada tomó la decisión de reequipar las fuerzas de búsqueda y rescate submarino tras el accidente del submarino Kursk, hace 10 años, que acabó con la vida de sus 118 tripulantes. "Este año la Armada será dotada de equipos de buceo especiales de nueva generación con sistemas de comprensión en la escotillas de rescate de submarinos que permitirán la evacuación de marineros del buque en caso de accidentes" dijo un portavoz de la cartera. Según la fuente, los nuevos equipos superaron con éxito las pruebas en el Instituto del Ártico y la Antártida de San Petersburgo. El portavoz recordó que tras el accidente de Kursk, en la Armada de Rusia se llevaron a cabo numerosos trabajos de modernización de los equipos de búsqueda y rescate. Considerado orgullo de la Armada y calificado de indestructible por los infantes de marina rusos, el submarino Kursk naufragó el 12 de agosto de 2000 durante maniobras navales en mar de Barents, a 157 kilómetros de la base de Severomorsk.
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