Un perro llamado Bonifacio aprende de manos de su dueño, Sergei Gurbunov, a bucear. Sergei, buzo profesional, lo ha vestido con un equipo completo de submarinismo adaptado para perros que una empresa de Corea del Sur accedió a diseñar para sumergirlo durante unos minutos en las aguas de la ciudad rusa de Vladivostok. Durante la inmersión el perro parecía bastante nervioso, aunque su amo asegura que ha sido una experiencia muy agradable para los dos. Parece que este perro irá poco a poco aprendiendo a bucear. Bonifacio es un perro salchicha y su dueño dice que cuando se iba a bucear sin él, el perro se trastornaba, por lo que decidió resolver el problema llevándolo a bucear.
<ATRAS
|