Los galeones de Rande deberían continuar sumergidos en las aguas de la ría de Vigo si se siguiesen las recomendaciones del Libro Verde de la Arqueología Subacuática. Este libro es el protocolo de actuaciones que deberán seguir todas las comunidades autónomas, actuales tutoras del patrimonio arqueológico. El ex director del Centro Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, Rafael Azuar, adelantó el pasado 26 de mayo las treinta acciones prioritarias recogidas en el Libro Verde, durante el transcurso de las III Jornadas de Patrimonio Marítimo celebradas en el Museo do Mar de Galicia. Rafael Azuar insistió en la necesidad de completar las cartas arqueológicas de todo el litoral español, aspecto en el que recordó que existe una clara descomposición entre el Mediterráneo y el resto de las costas españolas. El Libro Verde propone que se anule el derecho de hallazgo que cobran aquellas personas que localizan casualmente un yacimiento con valor económico. En lo referente a la legislación de protección, señaló que había que trasladar las recomendaciones del libro a las legislaciones autonómicas para que sus leyes no contradigan las acciones propuestas. Por otro lado, deberá incluirse la realización de estudios de impacto arqueológico con el mismo valor que en la actualidad se le da a los estudios de impacto medioambiental. «Todo esto no es una cosa de Madrid; fue un común acuerdo de las comunidades autónomas que decidieron elaborar un documento común que protege el patrimonio subacuático y conlleva obligaciones», explicó Rafael Azuar. El Libro Verde de la Arqueología Subacuática ya ha sido aprobado por el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, y el próximo 15 de julio se hará público. El libro fue elaborado por un comité de expertos, por encargado de las comunidades autónomas, Ministerio de Cultura, Guardia Civil, Armada y cinco especialistas.
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