2010-05-12
12/05/2010 La Carabela portuguesa en las costas murcianas


 

 

Camufla su potencial peligro bajo un atractivo aspecto de globo de colores brillantes, azules, morados o rosas, pero en realidad es la peor enemiga que el bañista puede encontrar cuando disfruta del tranquilo mar de mayo. La temida 'Carabela portuguesa' acecha en las costas murcianas; en los últimos días, buceadores de la playas aguileñas de la Isla del Fraile, El Sombrerico y El Hornillo han avistado a varios ejemplares de la temida 'medusa asesina', que ya hizo saltar la alerta en el litoral de la Región el pasado verano. Hace apenas una semana, bañistas de San Pedro del Pinatar también avisaron de la presencia de otra 'Carabela'. En previsión de que aparezcan más, el Centro Oceanográfico de Murcia mantiene en marcha el operativo de vigilancia en las costas murcianas.

La llegada de al menos una decena de ejemplares de las conocidas popularmente como 'medusas asesinas' no ha pillado por sorpresa a los científicos del Centro Oceanográfico, que ya en febrero observaron la entrada por el Estrecho de ejemplares de esta especie desde el Atlántico, lo que hacía presagiar su llegada al litoral murciano por estas fechas si las corrientes les eran favorables.

Pese a la leyenda negra que precede a la temida 'Carabela portuguesa', y en contra de la creencia popular, su picadura no es, ni mucho menos, mortal de necesidad. «Puede llegar a darse el caso excepcional de que en determinadas personas que hayan desarrollado respuestas de tipo alérgico extremas se presenten complicaciones más serias, pero en cien años se han registrado sólo cuatro muertes en todo el mundo frente a 200.000 picaduras», aclara Ignacio Franco, experto en medusas e investigador del Centro Oceanográfico de Murcia.

Mortal o no, su picadura no es, en cualquier caso, banal: resulta muy dolorosa, y puede provocar taquicardias, mareos, vómitos y desajustes en la tensión arterial; en algunos casos, sobre todo cuando se trata de niños o personas de poco peso, requiere hospitalización. Y es que sus largos tentáculos, provistos de cápsulas urticantes, pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente a un ser humano.

«Hace un par de semanas se vieron ocho ejemplares en Alicante y diez en Almería; parece que ahora se localizan entre Almería y Murcia, pero pueden desplazarse a cualquier lugar dependiendo de los vientos y las corrientes», explica Ignacio Franco, quien recuerda que los bañistas y vecinos que detecten la presencia de este tipo de medusas deben dar parte al puesto de vigilancia de la playa. «Es fácil distinguirlas, porque o flotan en superficie, o están en la arena, pero no sumergidas; el aspecto es inconfundible, de globo hinchado», recuerda el investigador. La 'Carabela portuguesa' tiene forma de globo de color azulado y violeta iridiscente, con un tamaño máximo que oscila entre diez y quince centímetros, y aunque permanece en la superficie, bajo el agua esconde unos tentáculos urticantes de hasta 30 centímetros de largo.

Igual que no es mortal, la 'Carabela portuguesa' tampoco es en realidad una medusa. Aunque es gelatinosa y pica, en realidad se trata de otro tipo de organismo llamados 'sifonóforos' (Siphonophora), una orden de 'cnidarios hidrozoos' que forman colonias flotantes.

 Foto: http://canales.lasprovincias.es/

 

 

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