Los fondos marinos albergan un tesoro natural que o siempre está al alcance de cualquiera, porque sólo unos pocos privilegiados, amantes del buceo y, por qué no, de la aventura y el riesgo se atreven a descubrir las bellezas submarinas realizando inmersiones en los mares de todo el mundo. Parte de esos privilegiados son el grupo de buceo burgalés 'Livingstone' que en su última inmersión descubrieron el fondo marino del Mar de Las Calmas en la isla de El Hierro, en el archipiélago canario. Su experiencia quieren ahora trasladarla a todos los burgaleses y, al mismo tiempo, buscan que a alguno le pique el gusanillo de descubrir y admirar por sí mismos los fondos de nuestros mares y se unan a esta práctica deportiva como es el submarinismo.

Este grupo de buceadores, bien provistos de cámaras subacuáticas digitales, bucearon en el Atlántico, en la zona ya descrita. El mar de Las Calmas está declarada como reserva marina, no en vano alberga innumerables ecosistemas marinos vegetales y animales, que ofrecen una exhuberante belleza de vida y color. El grupo Livingstone inició su aventura zarpando desde el puerto La Restinga y realizaron tres inmersiones diarias con el objeto no sólo de disfrutar de su deporte favorito, sino con la tarea marcada de inmortalizar la belleza de esta reserva marina, de aguas claras. En la zona destaca sobre todo su agreste fondo volcánico poblado por sus características 'viejas', 'alfonsiños' y peces trompeta. Comparten protagonismo estos seres de menor tamaño grandes meros, destacando por encima de todos ellos el 'mero Pancho' "icono del buceo en la isla". Junto a Pancho, llenan de color y majestuosidad este fondo marino las vaquitas suizas, peces cofre y multitud de pequeños nudibranquios, raras morenas 'picopato' amarillas, enormes mantas de 4 metros de envergadura y una innumerable multitud de especies. Este espectacular ecosistema marino convierte a esta reserva en un lugar privilegiado para la práctica del buceo.

Una de las inmersiones que el grupo burgalés Livingstone realizó, fue la llamada El Bajón, que está catalogada entre las 10 mejores inmersiones del mundo, aunque no olvidaron es sus inmersiones El Veril, que aunque no es tan famosa, nada tiene que envidiar a la anterior. El grupo aprovechó también para descubrir la belleza del terreno ya en tierra firme que completa y complementa la exhuberancia del fondo marino de El Hierro. Así el grupo pudo disftutar de sus agrestes paisaje, los bosques de laurisilva, una especie endémica de las Islas Canarias, desiertos de lava, extensas plantaciones de chumberas, pequeñas calas rocosas como el Tocorón. Esta belleza natural se conserva gracias a un escaso turismo que preserva a esta isla del desarrollo urbanístico y la 'blinda' contra la desaparición de sus hábitats casi intactos y alejados de la acción de la mano del hombre. Los interesados en descubrir estas y otras bellezas submarinas, pueden ponerse en contacto con el grupo de buceo Livingstone a través del correo electrónico mclivingstone@gmail.com

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