La costa de Armintza, en Lemoiz, es el lugar escogido por el Ente Vasco de la Energía para habilitar a partir del verano una planta oleomotriz que generará electricidad a partir de la fuerza de las mareas. Con más de 15 millones de euros de inversión, la planta, denominada Bimep, se integrará en una superficie acuática de 8 kilómetros cuadrados, delimitada por cuatro boyas, y podrá generar hasta 20 MW de energía. La infraestructura servirá a las empresas punteras del sector para instalar y explotar sus WEC -transformadores del movimiento de las olas en energía- o como 'campo de pruebas' para que desarrollen y mejoren sus conversores. Pero el punto de cableado submarino más cercano estará a unos 750 metros de la playa de Armintzakalde, y asociaciones de ecologistas de la comarca, Txipio Bai y Talaia, junto a Ekologistak Martxan, se han reunido con el Viceconsejero de Industria, Xabier Garmendia, para aportar mejoras al proyecto, aunque han calificado el encuentro como «frustrante».

Los ecologistas creen que el emplazamiento elegido afecta a las maniobras de salida y entrada del puerto de Armintza, y que, además, privaría a los arrantzales de un caladero de distintas especies en el que habitualmente se faena. «Tanto los pescadores, los dueños de embarcaciones recreativas y los usuarios de la empresa local de submarinismo y buceo están en contra de la actual ubicación. La Cofradía de Pescadores y la Capitanía Marítima de Bermeo ya ha acordado solicitar el traslado del emplazamiento hacia el este, en dirección a Bakio, así como alejar el punto más cercano a entre 1.000 o 1.500 metros de la costa», explican los conservacionistas. Por ello, piden que la ubicación del Bimep se traslade frente a la central nuclear de Lemoiz y a una distancia mínima de una milla del acantilado.

Centro de investigación

Por otro lado, los activistas proponen trasladar el centro de investigación sobre el que se observaría el estado de la mar y el propio campo del Bimep y la subestación eléctrica que recibirá la energía procedente del mar a los terrenos de la antigua nuclear. El proyecto actual propone emplazar las 'oficinas' en una zona forestal denominada 'Monterrano', así como expropiar 10.000 metros cuadrados de terreno rural para construir una nueva subestación, cuando «a 300 metros de la actual ubicación y ya en terrenos de la central nuclear, calificados como industriales, existe actualmente una subestación de Iberdrola».

Los conservacionistas también han planteado que no se conecte la subestación con la línea de 132 kv que enlaza la central nuclear de Lemoiz con la estación de Gatika, «obsoleta y en desuso». Por último, solicitan la creación de una Agencia de Gestión Pública Municipal que se beneficie de las ayudas económicas existentes para este tipo de instalaciones.

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