2010-03-17
17/03/2010 Las visitas turísticas a delfines amenazan la especie en costas de Tanzania


 

Fuente: www.abc.es

Así lo indicó a Efe Per Berggren, investigador de las universidades de Newscatle (Reino Unido) y Estocolmo (Suecia), tras estudiar el estado del delfín mular en la costa de Zanzíbar, un trabajo publicado hoy por Endangered Species Research.

"La población de delfines está afectada por cómo los operadores conducen la actividad. La forma en que los barcos y nadadores se comportan tiene un efecto negativo sobre los cetáceos", explicó Berggren, profesor de biología marina.

Después de observar durante 40 días el comportamiento de esta variedad de delfines en torno al archipiélago del Océano Índico, el equipo de Berggren aseguró que siempre que los barcos turísticos estaban presentes, los delfines se inquietaban y dedicaban menos tiempo a su alimentación, socialización y descanso. El tiempo que descansaban los delfines cuando había cerca embarcaciones de avistamiento turístico pasó del 38 al 10% mientras que el destinado a buscar alimento disminuyó del 19 al 10%. No obstante, los desplazamientos aumentaron más del doble (de un 33 al 77%), por lo que se convirtieron en la actividad dominante de los delfines durante los períodos en que se aproximaban barcos turísticos.

Para Berggren, esto "podría afectar al crecimiento, reproducción y habilidad para evitar depredadores y el estado general de salud" de los delfines.

El equipo de investigadores de Berggren advirtió de la "urgente necesidad" de regular la industria turística del delfín para minimizar el impacto negativo a largo plazo en estos animales y, en consecuencia, sobre la población de Zanzíbar pues, "si la actividad no se regula, los animales se irán".

Las visitas turísticas de delfines fue introducida en 1992 en la costa sur de Zanzíbar, uno de los pocos lugares del mundo donde el turismo ha reemplazado completamente la caza tradicional de esos cetáceos y donde en la actualidad el sustento de la mayoría de sus habitantes depende del turismo.

Como solución, el biólogo propuso "limitar el número de barcos por grupo de delfines, la distancia y el tiempo de estancia permitido", pero anticipó que el problema es que "muchos visitantes pagarán a los tanzanos un extra para que acerquen sus embarcaciones a los delfines y poder sumergirse entre ellos".

 

 

<ATRAS

Copyright (c) 2001 BUCEO XXI - S.G.I. Asociados - Todos los derechos reservados