"Dice el tango que veinte años no es nada, y como siempre, la canción miente". Visiblemente emocionado, el creador de la unidad de buceadores del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza, Luis Zapatero, recordó el escalofrío que sintió al ver a su amigo muerto un mes de octubre en el pantano de El Grado. "Te fuiste en silencio, como se van los buceadores", dijo recordando a Pascual Lorenz Sebastián, que junto con Óscar Llanos Flores, ambos fallecidos en servicio, pasaron el 9 de marzo a formar parte del callejero de la ciudad como forma de homenaje por su entrega y dedicación a una profesión "de riesgo y entrega en la que siempre se va a pecho descubierto", explicó el sargento y compañero de Óscar, Amadeo Lacueva.

Los compañeros, familiares y amigos se reunieron ayer en el barrio de Miralbueno, en una de sus zonas de expansión, junto al Camino del Pilón, para recibir el cariño del resto de miembros del Cuerpo de Bomberos, que con la presencia de camiones de época quisieron sumarse al homenaje.

El concejal delegado de Bomberos y Protección Civil, Laureano Garín, destacó la humildad, generosidad y humanidad de ambos y tuvo un momento de recuerdo para la actuación de sus compañeros en la tragedia del pasado viernes en la avenida de Madrid. "Dos de los bomberos han sufrido mucho y tienen nuestra colaboración", indicó.

Los familiares aceptaron con resignación el homenaje. "Lo que pasó son cosas del oficio", indicó el tío de Óscar, Francisco Flores. Su sobrino, amante del ciclismo, murió hace ocho años haciendo prácticas de buceo en el Ojo del canal Imperial.

En todo caso, el recuerdo a los dos bomberos no quedará solo en el nombre de las calles. Según adelantó Garín, en los próximos meses se instalará un monolito para recordar a todos los bomberos muertos en el transcurso de sus actividades.

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