La Conferencia Europea de Biodiversidad, clausurada hoy, ha fijado como prioridad parar la pérdida de biodiversidad en Europa para 2020 y para alcanzar dicha meta, los 48 Estados europeos y organizaciones participantes consideran necesario asegurar el pago por servicios de los ecosistemas. En un documento denominado Cibeles -por ser la diosa de la madre tierra-, los altos representantes europeos, instituciones y organizaciones recogen las prioridades aprobadas en la Conferencia, inaugurada ayer por la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, según una nota difundida por el ministerio. El secretario de Estado de Medio Rural y Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Josep Puxeu, ha destacado hoy en la clausura que los objetivos en materia de biodiversidad deben ser "razonables y se deben poder cumplir". Además, las especies y tipos de hábitats de especial interés para la conservación deberían alcanzar un estado favorable de conservación para 2020, según ha resaltado Puxeu en la clausura, informa el ministerio en un comunicado. Para alcanzar la meta de 2020 es necesario asegurar el pago por servicios de los ecosistemas y que haya una valoración económica de los servicios facilitados por la biodiversidad, para incorporarla en el diseño y aplicación de las políticas sectoriales de la Unión Europea, según recogen las prioridades aprobadas en la Conferencia. Asimismo, las prioridades Cibeles incluyen la necesidad de profundizar en la integración de la biodiversidad en las políticas agrícolas, pesqueras, de energía, transportes y de diseño. Esta nueva Infraestructura Ecológica debe permitir el mantenimiento de los procesos de evolución de las especies, evitar la fragmentación del hábitat, y facilitar la conectividad ecológica y la adaptación al cambio climático. En materia marina, para alcanzar la meta de detener la pérdida de diversidad ecológica para 2020 es preciso preservar el medio marino, completar la Red Natura 2000 marina, y asegurar que las prácticas pesqueras, el transporte marino y la explotación de los recursos naturales marinos se desarrollan en armonía con las necesidades de la conservación de la biodiversidad marina. Conseguir que el objetivo para 2020 sea un éxito precisa de medidas concretas que aborden los problemas de deforestación y degradación de bosques, suelos y recursos hídricos, y la introducción de especies exóticas, según han consensuado los expertos reunidos durante dos días en Madrid. En esta línea, han pedido que la Comisión Europea presente antes de finales de este año propuestas sobre los mecanismos e instrumentos adecuados para alcanzarlas, y que las metas y objetivos para la biodiversidad sean parte de la Estrategia de la Unión Europea para el 2020, que reemplazará a la Estrategia de Gotemburgo y de Lisboa. La UE también debería apoyar el establecimiento y gestión de espacios protegidos y redes ecológicas en terceros países y potenciar la incorporación de los conocimientos científicos en los procesos de toma de decisiones políticas, para lo que proponen la creación de una Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, que facilite las interacciones entre el mundo de la ciencia y el de la política en temas de biodiversidad.
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