La carretera de 63,3 kilómetros hasta el cabo de San Antonio, el punto más occidental de este país, inaugurada el domingo, "abre una nueva era para la península de Guanahacabibes", una amplia zona de grandes reservas naturales con un alto potencial para el ecoturismo y donde los planes de las autoridades contemplan la construcción de unas 1.800 habitaciones en cinco playas. Para el comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, el principal impulsor de la obra, se concluyó así un proceso iniciado en 1974 cuando se construyó un pedraplén hasta el Cabo de San Antonio, el primer acceso por tierra a la zona. La carretera vio retrasado su trayecto varias veces por el impacto de huracanes, incluido el Iván, que provocó en 2004 penetraciones del mar que destruyeron 14 kilómetros de la vía ya terminados. Localizada en el extremo occidental de la provincia de Pinar del Río, la Península de Guanahacabibes tiene los paisajes naturales mejor conservados de la región así como más de 15 bellas playas en estado natural, magníficos fondos marinos y una rica fauna entre la que sobresalen varias especies de mariposas y aves (172 especies de aves pertenecientes a 42 familias, de ellas 11 endémicas y 84 migratorias), además de iguanas y venados. Sorprende la gran variedad de paisajes y ecosistemas: bosques siempre verdes, costas de playas, costa alta acantilada y costa arenosa con vegetación de uveral. Guanahacabibes es Parque Nacional y además está declarado desde 1987 Reserva de la Biosfera por la UNESCO, tiene una superficie de 1.200 km² y es ideal para el turismo de naturaleza, la observación de fauna y los deportes marinos. La zona alberga además la reserva forestal más grande del país, separada del resto del territorio por un istmo donde se hallan las llanuras de arenas blancas y la zona lacustre mayor de Cuba. En un espacio relativamente reducido se contabilizan unos 100 lagos. Unos 140 sitios arqueológicos vinculados a la vida de los indígenas que poblaban Cuba antes de la llegada de los españoles se encuentran distribuidos por todo el espacio que ocupa la península, considerada por los expertos como uno de los últimos refugios de aquellas comunidades ante el avance de la conquista española. La oferta para los amantes de la modalidad del ecoturismo incluye recorridos por los senderos temáticos Cueva las Perlas, Bosque al Mar, Guanahacabibes antes de Colón, y excursiones al Cabo de San Antonio y a las comunidades locales, representativas de la población de la zona. Como otro signo peculiar del potencial de la zona para el turismo de naturaleza, los expertos destacan que cuatro de las siete especies de tortugas marinas que existen en el planeta sobreviven en la Península de Guanahacabibes, gracias a los programas de protección aplicados por las autoridades. Arrecifes coralinos en perfectas condiciones crean el sustento para el desarrollo de programas subacuáticos, respaldados también por la transparencia y temperatura promedio anual de las aguas cubanas. En el occidente de Pinar del Río está también la playa María La Gorda, al sureste de la Península de Guanahacabibes. En la playa existe un Centro Internacional de Buceo que da acceso a los mejores fondos marinos de Cuba, catalogados entre los mejores del Caribe, con arrecifes coralinos a partir de profundidades de 10 metros y mas de 50 puntos de buceo. En esta zona se localiza la mayor reserva de coral negro de Cuba. Tiene, además, el encanto de estar ubicada en un entorno natural boscoso prácticamente virgen. María La Gorda es un centro que se concibió para buceadores por las excelentes condiciones para el submarinismo que tienen sus aguas y fondos, las posibilidades que ofrece para los deportes acuáticos y el espeleo-buceo en varias cavernas, además de la existencia de más de 100 pecios de galeones piratas.
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