Oceana hizo un llamamiento a las administraciones implicadas en la pesquería de la anchoa para que no se tomen decisiones precipitadas en la reunión que se celebró a finales de mayo en Santander. Los responsables de las Comunidades Autónomas del Cantábrico consensuaron en esta ciudad una posición común ante la Comisión Europea, que será quien, durante el mes de junio, analice el estado del stock de la anchoa y traslade su parecer al Consejo de Ministros de la UE que tomará la última decisión. Según los datos de años anteriores, la anchoa del Cantábrico no se recupera al ritmo deseado. La pesquería de esta especie en el Golfo de Vizcaya está cerrada desde julio 2005. Tres años antes el stock ya había dado muestras de agotamiento, resultado, entre otras cosas, de mantener unas capturas excesivamente altas durante la década de los ‘90. Pero, a pesar de que los científicos y una parte importante del propio sector extractivo tenían claro que algo grave ocurría, se tardaron años en tomar medidas. Aún ahora se siguen pagando los costes de aquellas decisiones.
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