"Arrrrrr colega". Los piratas todavía saquean el mediterráneo, pero estos días el tesoro no es de oro, es el atún rojo, cada vez más raro y caro. A menos que se den pasos decisivos presenciaremos el desplome de una de las pesquerías más importantes y provechosas de nuestro tiempo, junto con la desintegración de un estilo de vida para los pescadores de la región. Con la ayuda de donantes en las oficinas de España, Francia e Italia, Greenpeace ha puesto un anuncio en The Economist hace unas semanas para avergonzar a los responsables de pesca de estos países cuya misión debería ser defender ese tesoro. La organización anima a decirles a estos ministros que cierren la pesquería...o caminen por el tablón. Se estima que la cantidad de atún rojo o de aleta azul pescado en las arias orientales atlánticas y mediterráneas supera dos veces la cuota legal establecida t cuatro veces los niveles de sostenibilidad de la especie que permitirían la recuperación de los caladeros. Para salvaguardar este tesoro de la rapiña de los piratas necesitamos que la ICCAT (International Commission for the Conservation of Atlantic Tunas), en su próxima reunión de Marruecos del 17 al 24 de noviembre, apoye el cierre inmediato de las pesquerías del atún rojo. Los países que más empujan a esta especie hacia su extinción son Francia, Italia y España, que continúan defendiendo sus intereses pesqueros en el Atlántico y el Mediterráneo.

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