Un total de treinta unidades verán la luz a lo largo del próximo año con tecnología gallega en I+D+i. La empresa Ronáutica Yachts & Renovables ha fabricado una nave impulsada por energías renovables.

La empresa gallega Ronáutica Yachts & Renovables ha construido una embarcación cuyas características la convierten en pionera mundial. El RO 340 ECO es el primer velero propulsado por un motor eléctrico alimentado principalmente por energías renovables. El barco ha sido presentado con éxito en el Salón Náutico que se celebra estos días en Barcelona. Centenares de escolares han visitado la nave para conocer en directo el funcionamiento de este nuevo barco ecológico.

La embarcación, que ya ha empezado a fabricarse en los astilleros que la empresa tiene en Tui, de los que saldrán treinta unidades el próximo año, es fruto del esfuerzo del departamento de I+D+i de Ronáutica, que ha conseguido diseñar y ejecutar un barco altamente tecnológico y que provoca la menor agresión posible al medio natural en el que va a desenvolverse, el mar. Se trata, en cuanto a prestaciones de navegabilidad, de un barco similar a otros de iguales características externas, pero que utiliza energías renovables que reducen al mínimo su consumo y los gastos de mantenimiento. Además, añade a mayores la seguridad, puesto que el nuevo motor eléctrico consigue la detención inmediata de la marcha del barco en caso de hombre al agua.

El gerente de Ronáutica, Rolando Andrade, explica que en el desarrollo tecnológico han trabajado a lo largo del último año «más de cuarenta personas, entre ingenieros y operarios, para dar una respuesta ecológica a un sector que lo demandaba».

El ECO 340 funciona con un motor eléctrico que trabaja con baterías y tres generadores. Las baterías reciben sustento de los generadores eólico, solar y de gasolina. Este último se utilizaría en caso de extrema necesidad. Además, el barco puede recargar baterías en puerto. El motor eléctrico es uno de los grandes éxitos de este barco, puesto que posee un desarrollo similar a uno diésel de 28 caballos, con una velocidad de 7 nudos. Se trata de unas prestaciones incluso superiores a las de los ingenios tradicionales de igual potencia. Además, cuando el bote navega a vela se convierte en un alternador que recarga las baterías. Los generadores solar y eólico se utilizan también para reponer esas pilas.

En el peor de los casos, el barco dispone de una autonomía de entre dos y cinco horas. Agotado ese tiempo, se encendería el generador, cuyo consumo -0,7 litros a la hora- es infinitamente menor al de un motor diésel tradicional. En el momento en que el ECO pudiese volver a navegar a vela, automáticamente se cargarían las baterías, generando de nuevo combustible sin necesidad de repostar.

Para Rolando Andrade otra ventaja de este nuevo éxito de la ingeniería gallega es el mantenimiento. «La pintura del casco tiene una vida útil de diez años», explica, un tiempo que multiplica por diez el de las imprimaciones de las embarcaciones convencionales, que necesitan una renovación anual. «Todo esto, unido al ahorro en combustible, nos indica que en diez años el usuario puede dejar de gastar más de 20.000 euros».

Su precio es de cien mil euros más impuestos, pero la lucha ahora es lograr exenciones fiscales para los compradores de este tipo de barcos, igual que sucede con los coches.

fuente: www.lavozdegalicia.es

<ATRAS