Fuente: www.elpais.com.uy

El año pasado, Uruguay anunció su reingreso a la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que integran más de 70 países, siguiendo los pedidos de una campaña internacional que realizaron fundaciones ambientalistas de países latinoamericanos, España y Bélgica, entre otros. Pero en la 60ª reunión de la CBI, que se realizará entre el 23 y el 28 de junio en Santiago de Chile, Uruguay no podrá participar, ya que no pagó la deuda que tiene con el organismo. El Fondo Internacional para la Protección Animal y su Hábitat (IFAW) envió un comunicado en el que señala esta contradicción e informa que envió "una carta al gobierno uruguayo para solicitarle agilizar el trámite para contar con su participación en la CBI". La deuda del gobierno uruguayo con el organismo es de cerca de 80 mil dólares y fue contraída durante más de 20 años, según la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC) Uruguay. La participación de nuevos países en la CBI se vuelve de importancia en el contexto actual, dado que quienes integran la comisión están "escindidos entre países balleneros y países no balleneros, creándose una situación de parálisis que hace imposible obtener la mayoría de tres cuartos necesaria para introducir cambios significativos", según explica WWF en España. "En la actualidad, tres países que todavía poseen industria ballenera (Noruega, Japón e Islandia) continúan con matanzas a gran escala de cetáceos y se estima que más de 2.000 ballenas son sacrificadas cada año", pese a la moratoria de caza vigente desde 1986, dado que esos países presentaron objeciones que les eximían de su cumplimiento, añade WWF

Uruguay acompañaría la posición conservacionista, principalmente por el interés en desarrollar "una red de turismo responsable de observación de cetáceos entre Argentina, Uruguay y Brasil", según el comunicado de la IFAW. "Es la primera vez en 23 años que los 78 países miembros de la CBI se reúnen en América del Sur, lo que representa una oportunidad única para que el gobierno uruguayo demuestre su posición conservacionista", sostiene la IFAW.

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