2007-11-22
Mediterráneo: un mar sin protección


 

Solamente el 36% de los espacios costeros y marinos protegidos en el Mediterráneo español son Áreas Marinas Protegidas (AMP). Así lo refleja el informe "Áreas Marinas Protegidas en la Cuenca Mediterránea", presentado el pasado 13 de noviembre en la Casa Encendida de Madrid por su autora, Pilar Marín, Borja Heredia, Jefe de área de Acciones de Conservación del Ministerio de Medio Ambiente, Pedro Rubio, Coordinador de Medio Ambiente de la Casa Encendida de Obra Social Caja Madrid, y Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa. Hasta hace relativamente poco tiempo, el interés por la protección del mar y sus recursos en el Mediterráneo español era exclusivamente pesquero. Sin embargo, esta tendencia ha sufrido un giro en los últimos años y ahora se apuesta por la protección con fines de conservación. Este hecho se ha debido, principalmente, al retraso existente en el conocimiento del medio marino y una consecuente protección tardía.

Pero, ¿qué es un AMP? Área Marina Protegida es cualquier superficie protegida que incluye un espacio marino, ya sea en costa o en alta mar. Los objetivos para el establecimiento de AMP van más allá de la conservación, ya que su importancia estriba en la integración de los aspectos relacionados con la utilización de sus recursos de manera sostenible. Es decir, debe compaginar actividades de conservación de especies y hábtitats, pesca artesanal y deportiva, actividades de recreo, educación e investigación, etcétera.

Actualmente, las AMP poseen una extraordinaria importancia en políticas pesqueras y ambientales, ya que ayudan a mantener los procesos ecológicos que soportan la vida en los océanos, preservan la diversidad genética y aseguran el uso sostenible de especies y ecosistemas, todos ellos objetivos definidos en la Estrategia de Conservación Mundial (UICN). Además, su promulgación contribuye al incremento de la abundancia, la biomasa de las especies explotadas y la riqueza tanto de la zona protegida como de las áreas adyacentes.

"El mar Mediterráneo posee una gran belleza submarina, pero vulnerable y sensible. Por ello, se hace necesario el establecimiento de una red de AMP que adecuadamente planificadas y gestionadas sean capaces de conservar el patrimonio natural sumergido", ha afirmado Pilar Marín, científica marina y autora del informe. Son muchas las actividades que causan un fuerte y negativo impacto en el Mediterráneo: la introducción de especies exóticas, los vertidos, la pesca no selectiva o destructiva, la excesiva presión demográfica sobre la costa, la destrucción de hábitats costeros por la construcción de infraestructuras...

Hoy en día existen diferentes figuras aplicadas a la protección del medio marino, ya sea a escala autonómica, nacional o internacional, estas últimas, derivadas de la adopción de diferentes convenios Internacionales o las Directivas Europeas. Sin embargo, no siempre han sido declaradas con el fin de proteger el medio marino en sí, sino como zonas de amortiguación de espacios costeros a los que están asociadas. "Afortunadamente, la tendencia está cambiando y la relevancia del medio marino en el contexto nacional e internacional está tomando mayor importancia", ha señalado Borja Heredia.

Las AMP constituyen una respuesta segura y demostrada al uso del mar para las próximas generaciones bajo el concepto de desarrollo sostenible. En España son 107 los espacios marinos y costeros protegidos, gestionados por diferentes administraciones y bajo diferentes figuras. Del total, 52 se encuentran en la Comunidad Valenciana, 13 en Cataluña, 14 en Andalucía, 18 en Baleares y, por último, 10 en la Región de Murcia. Sin embargo, son las aguas que rodean las islas Baleares las que gozan de una mayor superficie protegida.

"Dado el alto valor de la costa española, resulta necesario apostar por la puesta en marcha de investigaciones científicas con el fin de proteger el medio ambiente", ha afirmado Pedro Rubio.

 

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