2008-03-07
El saqueo de las flotas de 1715 y 1733 está a punto de culminar


Con el permiso administrativo del parque nacional de los Cayos de Florida, la empresa cazatesoros Treasure Expeditions se encuentra ya sobre la pista del galeón «San Fernando», el último buque de la Flota de Indias hundida en 1733. Como denunció ABC en pasados días, los cazatesoros utilizan, indistintamente, las demandas ante los tribunales para reservarse los derechos de pecios sin identificar y la solicitud de permisos a los parques nacionales para excavar. El presidente de Treasure Expeditions, Bradley «Tiburón Toro» Williamson -en su página web no aclara por qué gasta ese apodo- es un caso paradigmático. Ante un tribunal de Florida ha presentado tres demandas idénticas sobre tres localizaciones distintas para la explotación de tres pecios. Palabra por palabra, las demandas siguen el «libro blanco» de los cazatesoros, según ha denunciado el abogado José María Lancho en su informe jurídico, recientemente reseñado por ABC: no aportan datos que puedan servir para identificar el pecio, porque lo único que la Corte exige es la publicación de un anuncio en un periódico local. Y así el Tribunal otorga titularidad casi de un modo administrativo. La empresa no identifica los pecios cuya titularidad demanda, pero en su web (www.treasureexpedition.com) se venden objetos de origen hispánico, y además figura un currículum de «Tiburón Toro» digno de ser reseñado. De la mano de expertos como John Fine y Bob «Pie de Rana» Weller, lleva 25 años dominando las más sofisticadas técnicas de buceo -y afirma que durante 20 años las ha empleado para sacar los metales preciosos y joyas de los pecios-. Además, consigna sus estudios especiales en la escuela de Lingüística, Lenguas y Ciencias Militares, donde aprendió a dominar el francés, el alemán, el español y el japonés, además de una amplia base de chino mandarín y árabe. También afirma ser un experto en artes marciales. Pero donde el currículum se vuelve incomparable es en su extensa experiencia recuperando las monedas y metales preciosos de los barcos de origen español. Afirma haber participado en la extracción de tesoros de la flota de 1715, de buques como el «Nieves», el «Carmen», el «Regla» y el «San Román» y, aprovechando que se hallaba en un área próxima, saqueó la nave Almiranta de 1600. Ello significa que las expediciones autorizadas para barcos sin identificar revientan yacimientos que los cazatesoros conocen por su nombre. Por si era poco, también ha sacado material de los buques de la flota de 1733 «Angustias», «San Francisco», «San Felipe», «San Pedro», «Herrera», «Tres puentes», «Chaves», «El Rubí», «San José» y «El Infante». Estos datos ratifican la catástrofe arqueológica a la que España se enfrenta en las costas americanas. Pero lo más inmediato es que, «gracias a nuestra profesionalidad y respeto del medio ambiente marino», ahora mismo Williamson acaba de lograr el permiso de los Cayos para excavar el «San Fernando», que ya ha localizado, de acuerdo con su web corporativa. De sus muchas demandas en los tribunales, hay dos pecios en los que ya ha recuperado tesoros. Y mientras, participa en Colombia, dice su web, en la extracción del «San José», parte de la flota cuyo expolio enfrenta al Estado colombiano con los cazatesoros en un litigio calcado al caso Odyssey.

 

<ATRAS

Copyright (c) 2001 BUCEO XXI - S.G.I. Asociados - Todos los derechos reservados