2013-04-16
16/04/2013 Más aire a la economía murciana


Ya es una de las bombonas de "oxígeno" del turismo regional, pero el buceo quiere dar aún más aire a la economía murciana. «Sabemos que, dentro de la crisis que invade todo, la demanda de submarinismo crece y podría desestacionalizar el sector turístico», afirma el presidente de la Asociación de Centros de Buceo de la Región, Daniel Martínez.
 
La pasada semana se reunieron los empresarios de los veinte centros de actividades subacuáticas de la Región en Cabo de Palos, la capital murciana del buceo, para continuar dando pasos hacia su objetivo común: «Queremos crear destino, para promocionarlo y exportarlo, que se cree una marca de buceo de la Comunidad Autónoma porque elementos hay como en ningún otro sitio de España», argumenta el portavoz.

Los pasos en tierra sin embargo pueden ser mucho más lentos que en el fondo del mar. La creación de la reserva marina de Cabo Tiñoso avanza, aunque lentamente, según Martínez. «Es un proyecto muy sólido, en el que están involucradas todas las administraciones que tienen competencias sobre el buceo, desde Medio Ambiente, Cultura, Costas, Turismo, Puertos. Y ahora empezamos a ver clara esa intención de apostar por eso», afirma.

Para la Asociación de Centros de Buceo, «es tan importante como destino desde San Pedro del Pinatar hasta Águilas, pero es una realidad que el 50% del buceo regional está en Cabo de Palos y la otra mitad en el resto de la Región». Catalogada ya como área protegida, la zona marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas, con fondos rocosos, paredes verticales y enormes bloques de diferentes alturas con todas las especies animales y vegetales del litoral murciano, está limitada a la pesca con una flota artesanal reducida.

Para el presidente de los centros, «costará mucho más dinero hacer reserva de La Azohía a Cabo Tiñoso e Isla de las Palomas porque es una extensión mayor». La mayor parte del gasto se lo llevará «la gestión para agilizar los cupos de buceadores, los permisos, toda la burocracia, y también la vigilancia de la reserva ecológica marina». Como en el área protegida de Cabo de Palos, donde el número de inmersiones diarias está limitado a 75 para evitar daños en el ecosistema marino, también tendrán que limitarse en Cabo Tiñoso.

Implicación en la reserva


En la creación de la segunda reserva marina de la Región, quieren que se impliquen «entes y fundaciones de interés público y privado, como las cofradías de pescadores y el Centro Oceanográfico, que podría hacer el estudio de impacto ambiental».

Los empresarios de submarinismo quieren disponer de los argumentos decisivos para reforzar su postura, por lo que financiarán con fondos propios un estudio socio económico de la actividad subacuática en la Región, que realizará la Universidad Politécnica de Cartagena.

«Sabemos el potencial del buceo, pero queremos conocer con detalle el impacto que tiene en restaurantes y hoteles, el crecimiento de la actividad, el número de titulaciones al año. Queremos tener las bases más sólidas para defender el destino de buceo», destaca Martínez.

 

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