2012-04-24
24/04/2012 Oceana lanza la expedición báltico


Por segundo año consecutivo, el buque de investigación Hanse Explorer es utilizado por Oceana para determinar ecosistemas marinos a proteger y documentar actividades de pesca ilegal o no sostenible.

 
El buque de investigación Hanse Explorer, fletado por Oceana, ha zarpado de Copenhague en una nueva expedición de dos meses de duración, durante los cuales navegará 7.000 millas por las aguas que comparten los nueve países con costas en el Báltico (Dinamarca, Alemania, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Rusia, Finlandia y Suecia).

 
El objetivo de la expedición es visitar una docena de los lugares con mayor valor ecológico que fueron identificados en la campaña del año pasado y profundizar en la investigación de los mismos, con el objetivo de aportar datos adicionales a los gobiernos ribereños y armar a Oceana con argumentos contundentes para conseguir la declaración de nuevas áreas marinas protegidas y profundizar en la gestión de las que ya existen.

 
Simultáneamente, los investigadores de Oceana documentarán las actividades de pesca ilegal, destructiva o no sostenible que son todavía frecuentes en el Báltico, uno de los mares más castigados del planeta por la contaminación y la sobrepesca.

 
“El Mar Báltico requiere medidas drásticas en control de la pesca y protección de los ecosistemas para conseguir, de forma urgente, el inicio de su recuperación”, ha manifestado Xavier Pastor, jefe de la expedición y Director Ejecutivo de Oceana en Europa. “La cooperación entre la sociedad, los gobiernos, las ONG y la industria  es vital para tener éxito en esta tarea. Oceana está poniendo su parte”.

 
Hanse Explorer
 
El Hanse Explorer navega con doce tripulantes y otros tantos investigadores de una decena de países, incluyendo buceadores profesionales que filman y fotografían los fondos marinos a temperaturas inferiores a cero grados. El equipo de Oceana incluye también un robot submarino (ROV) que permite alcanzar las mayores profundidades en las fosas presentes en este mar, que alcanzan los 500 metros. Otros instrumentos de investigación, como dragas Van Veen, medidores de temperatura, salinidad y clorofila (CTD) y redes de plancton serán utilizados para aumentar los niveles de conocimiento sobre este mar y, en particular, sobre las áreas que deben ser protegidas.

 
La investigadora finlandesa Hanna Paulomäki, coordinadora de Oceana para el Báltico, ha declarado: “Nuestro objetivo a medio plazo es que el Báltico esté cubierto por un 30% de Áreas Marinas Protegidas y vigiladas, para que se acelere un proceso de recuperación de ecosistemas y stocks pesqueros. Para mediados de esta década se debe haber llegado al 20%”.
 
© OCEANA/ Carlos Minguell

 

 

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