Una expedición en el Golfo de Cádiz usará robots submarinos para analizar en detalle la vida que se desarrolla sobre los fondos marinos y el grado de conservación de los ecosistemas generados al amparo de las emanaciones de gas metano.

Nueve científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en cooperación con el Instituto Hidrográfico de la Marina, están embarcados hasta el próximo día 24 a bordo del buque Ramón Margalef para desarrollar esta campaña de investigación.

Según ha informado el IEO en un comunicado, se analizará un área frente a las costas de las provincias de Cádiz y Huelva, a profundidades que oscilan entre los 300 y los 800 metros, en el caladero de pesca denominado El Laberinto.

Los científicos dispondrán de un Vehículo de Observación Remota (ROV) denominado Liropus 2000, y también emplearán un Vehículo de Observación Remolcado (VOR) denominado Chanquete 2012 que permite obtener imágenes digitales simultáneas de vídeo y fotografía de muy alta definición.

La combinación de ambos robots amplía el espectro de observación, de manera que los científicos dispongan de distintos tipos de imágenes para comprender la biodiversidad del fondo marino “sin tener que perturbar su equilibrio dinámico”, señala la nota.

Se visitarán varios lugares en los que las emanaciones de gas metano han favorecido la aparición de especies protegidas o en riesgo de extinción.

Los métodos audiovisuales que se emplearán en esta expedición permitirán identificar con más facilidad y precisión las especies que componen el hábitat, como los corales, esponjas o gorgonias, ya que cuanto mayor sea la resolución, mayor será su utilidad en términos científicos y divulgativos, según el IEO.

La campaña oceanográfica forma parte de las actividades científicas programadas en el Proyecto Indemares/Chimeneas de Cádiz, que tiene como objetivo generar conocimiento científico de excelencia que facilite la gestión sostenible de la biodiversidad de las aguas marinas españolas.