El tercer Proyecto Local de Voluntariado Ambiental 'Conservación de grandes cetáceos en aguas andaluzas-seguimiento invernal', que subvenciona la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente y, en el que han participado doce voluntarios en el proceso de identificación de zonas de paso de rorcual común y cachalote, mediante el avistamiento desde tierra, ha concluido con 24 rorcuales comunes y 30 cachalotes.

Durante esta última campaña, también se ha hecho seguimiento de orcas, calderones y las tres especies de delfín, lo que confirma que todas las especies están presentes en el Estrecho de Gibraltar durante todo el año, de ahí la "importancia" de proteger esta zona declarándola Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).

 

Este proyecto, según ha informado la Asociación Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (Circe), ha contado además con la colaboración puntual de ocho alumnos de la Escuela Taller del Estrecho, con sede en Tarifa (Cádiz). Éste, es el sexto proyecto que desarrolla la Asociación Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (Circe), y el tercero durante la época invernal.

 

En total, desde el Cerro del Tambor, en el Parque Natural del Estrecho de Gibraltar, se han podido ver 24 rorcuales comunes, la mayor parte de ellos en dirección al Mediterráneo si bien, ha habido casos en los que estos grandes mamíferos salían hacia el Atlántico. Además, también ha habido 30 avistamientos de cachalote, fundamentalmente a finales del mes de noviembre. Al margen de estos dos grandes mamíferos marinos, también ha habido avistamiento de orcas, calderones comunes y las tres especies de delfines, de las cuales una, el delfín mular, está en el Anexo II de la Directiva Hábitat, en el cual están las especies que requieren la creación de áreas protegidas.

Por otro lado, el avistamiento de orcas durante el invierno confirma la presencia de esta especie durante todo el año en las aguas andaluzas.

 

Para la coordinadora de este proyecto, Pauline Gauffier, una vez más, hay que mostrar "satisfacción" por los datos obtenidos. Esta campaña lleva ya varios años llevándose a cabo y, pese a que el Estrecho cuenta con numerosos días en los que el clima no te deja trabajar, "sigue teniendo buenos resultados, y con los datos que se analizan se puede llevar a cabo un mejor plan de gestión para la protección de los grandes cetáceos en el Estrecho", ha apuntado.

 

El objetivo de esta campaña es el de hacer el seguimiento de las rutas que estos animales realizan, así como su velocidad, y su coincidencia con grandes buques que cruzan a diario el Estrecho. Con el análisis de estos datos se podrá conocer con más detalle cómo se pueden evitar las colisiones con el tráfico marítimo, una de las principales causas de mortandad de estos cetáceos a nivel global. Además, gracias a los avistamientos desde tierra, este invierno se han desplegado tres marcas satélite en rorcuales comunes en aguas del Estrecho, en un proyecto que lleva a cabo Circe, en colaboración con la Estación Biológica de Doñana, organismo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y la Fundación Biodiversidad. Estas marcas están dando posiciones diarias de estos animales y tras su análisis, se podrá conocer con más exactitud las rutas empleadas por los rorcuales para su protección.