A
tan solo 45 minutos de la marinera villa de Baiona,
situado en un incomparable marco de una singular belleza,
nos encontramos, ya en mar abierto, con las Islas Cíes,
legendario refugio de piratas, actual Parque Natural,
bañado por unas paradisiacas y cristalinas aguas
pobladas por una gran diversidad de especies, habitantes
curiosos del océano.
El parque natural de las Islas Cíes se encuentra
al Sur de Galicia, aproximadamente a unos 14 Km de Vigo.
Las Islas Cíes están situadas en la entrada
de la Ría de Vigo. Este archipiélago está
formado por tres islas, las cuales se agrupan en dos
núcleos; de Norte a Sur se encuentra en primer
término el primer grupo formado por la "Isla
de Monteagudo" e "Isla del Faro", unidas
mediante un puente y una gran barrera arenosa, que da
origen al peculiar lago de "Os Nenos" (el
cual posee unas excelentes condiciones de temperatura
e iluminación que permiten observar su gran riqueza
faunística), el segundo núcleo está
formado por la "Isla del Sur" o "Isla
de San Martiño" separada de la anterior
por el "Estrecho de la Puerta".
Las Islas Cíes son las islas más emblemáticas
de Galicia. En la actualidad están declaradas
"Parque Natural Marítimo Terrestre"
desde 1980 con el principal objetivo de preservar, conservar
y regenerar este paraíso natural posibilitando
un uso público compatible con la conservación
de la Naturaleza. Su importancia estriba en su fauna
ornítica y en la riqueza y biodiversidad de sus
fondos que hacen del buceo científico y recreativo
un verdadero paraíso submarino.
Los fondos marinos que rodean las Islas Cíes,
constituyen una muestra de la singularidad y belleza
de los distintos ambientes existentes en las Rías
Bajas Gallegas (altamente degradadas), creando así
una de las zonas más relevantes y menos conocida
del parque natural. Esta singularidad y belleza de las
Rías Gallegas en general y de las Islas Cíes
en particular es producida de modo natural por un entrante
muy importante de nutrientes, que en estas costas llega
en enormes cantidades procedente de corrientes frías
oceánicas que ascienden fertilizando el agua
de las Rías, convirtiéndolas en una de
las zonas marinas más productivas del mundo.
Por todo ello mientras practicamos submarinismo podemos
observar gran cantidad de especies que curiosamente
se aproximan tímidamente a nosotros como aquel
que observa con temor, curiosidad y sorpresa una forma
de vida desconocida.
Así, observaremos grandes bancos de múgeles,
lubinas, sargos, algún dentón, congrios,
morenas (dato curioso ya que son más propias
de zonas cálidas). Dentro del grupo de los mamíferos
los más fáciles de ver son los arroaces
y los delfines, aunque en ocasiones se dejan ver las
ballenas piloto y otras especies de mamíferos
de gran tamaño. En cuanto a crustáceos
y mariscos- y es lógico tratándose de
Galicia: podemos ver en esta zona una gran variedad
de especies tales como centollos, bogavantes, santiaguiños,
nécoras, bueyes de mar, cangrejos ermitaños,
etc.
Aunque lo que quizás más llame la atención
de esta zona es la gran variedad de nudibranquios que
podemos ver en estas aguas, los cuales con sus innumerables
colores adornan las rocas sobre las que lentamente avanzan
en busca de alimento, es muy fácil ver caballitos
de mar, espirógrafos, grandes estrellas de mar
(70 cm.), campos de gorgonias, colonias de ofiuras,
etc... todo esto sumado al las claras y cristalinas
aguas que bañan nuestras Islas hacen de ellas
un verdadero paraíso para el submarinista. Quizás
uno de los atractivos más importantes de esta
zona sean la cantidad de pecios y de restos arqueológicos
que podemos encontrar en estas aguas como por ejemplo
cañones de hierro o bronce, restos de antiguos
galeones, municiones de cañones... En la Isla
Norte en una ocasión localizamos unas inscripciones
de un poblado celta, las cuales se hallaban en la franja
intermareal. También es muy curiosa la zona de
"Os pesos" un punto de buceo espectacular
con una caída vertical de 3m a 38 m. En donde
si nos paramos durante la inmersión a observar
detenidamente el fondo podremos encontrar curiosas piedrecillas
ovaladas con unas muescas en los laterales, que eran
utilizadas antaño por los marineros de la zona
como lastre.
Podemos afirmar que cada día son mas los buceadores
que tras finalizar una inmersión en las Islas
Cíes emergen maravillados y convencidos de repetir.
El microclima especial de las Rías Bajas, así
como las características geográficas y
geológicas de la zona permiten la práctica
del submarinismo prácticamente durante todo el
año, gozando de una visibilidad media del orden
de los quince metros debido a la gran caída que
poseen en su entorno y a la composición geológica
de sus fondos.
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