TURISMO
El libro de la vida
La ruta del norte se considera la mejor para bucear. Wolf y Darwin nos mostrarán por qué Las Galápagos son algo más que unas islas con tortugas y aves. Tiburones ballena, martillo o galapagueños, peces mariposa, mantas, águilas marinas, barracudas, carángidos y mamíferos como leones marinos y delfines nos sorprenderán tanto o más que los encuentros casuales con cachalotes y orcas.
 

Las Islas Galápagos son un singular refugio aislado por el océano Pacífico. Es un conjunto de 19 islas y unos 40 islotes que fueron descubiertas en 1535 por el obispo de Panamá, el español Fray Tomás de Berlanga. Gracias a su ubicación han podido llevar la evolución a su ritmo. La lava ha configurado un paisaje diseñado para la ocasión ya que las más extrañas criaturas que pueblan esas islas demandaban un decorado semejante. Sin duda, los habitante más populares de las Galápagos son las tortugas. Algunas de ellas de más tienen más de 100 años. Otras, son especies endémicas al borde de la desaparición.
Santa Cruz, que es la Segunda isla en extensión, nos muestra unas playas de arena blanca por las que es fácil ver a las iguanas marinas y una gran variedad de aves costeras. En el interior de la isla se alzan Los Gemelos, dos cráteres cubiertos de un verdor que da cobijo a pinzones, papamoscas y brujos rojos.
La Española es otro refugio privilegiado con grandes colonias de leones marinos piqueros de patas azules, iguanas marinas, palomas tierreras, albatros, etc.

San Bartolomé es uno de los mejores sitios para ver pingüinos. Al parecer son los descendientes de una colonia que fue arrastrada por la corriente fría de Hummbolt y se quedaron, evolucionaron y formaron una nueva especie.
Una buena forma de comenzar a bucear es en Seymur norte, con poca corriente y una orgía de vida : peces loro, globos, meros y morenas junto con algún que otro tiburón martillo o de puntas blancas y alguna tortuga nos darán la bienvenida oficial a esta congregación de vida marina. En Rocas Gordon, que son los restos de un viejo cráter volcánico, abundan los cardúmenes de jureles, todo tipo de pelágicos y también las rayas. Los grandes cambios de la temperatura del agua hacen que el coral no pueda cubrir el fondo volcánico. Sin embargo una especie local de grandes ramas negras y pólipos amarillos han colonizado los fondos sirviendo de refugio a las especies más débiles como los caballitos de mar, peces halcón, cangrejos, etc.

Las islas del norte
Darwin y Wolf se situan al norte de archipiélago, a unas 14 horas de navegación de Rocas Primo. Es una costa abrupta formada por acantilados verticales lo que la hace inaccesible para el ser humano y un paraíso natural para que miles de aves aniden seguras en sus paredes. El agua es más cálida que en el sur por lo que podemos ver una mayor abundancia de especies tropicales que suelen pasar desapercibidas porque la abundancia de grandes pelágicos es tan grande que apenas hay tiempo para fijarse en los pequeñines. La fuerte corriente hace que sea aconsjable fijarse al fondo para disfrutar de sus vistas sin preocuparse por recuperar la posición. Por allí veremos desfilar cardúmenes de túnidos, anguilas de lunares blancos, tortugas, mantas, tiburones galapeños y muchos tiburones martillo que aunque imponen, no parecen tan peligrosos como dicen.
Darwin encuentra las claves de su biodiversidad en su ubicación en el Océano Pacífico. Dos corrientes, la fría de Hummbolt y la cálida de Panamá, junto a la fuerte corriente templada del Ecuador hacen de esta isla una encrucijada de especies diversas y un lugar de peregrinaje para los grandes pelágicos. Estas dos islas están dedicadas en exclusiva a la ciencia quedando prohibido el acceso a tierra salvo con autorización expresa y sólo para censo de aves. Paríso pues para los buceadores.

El Fondeadero
Hace unos pocos años este lugar sólo servía de lugar de fondeo de embarcaciones pero a 24 metros su fondo escondía una especie curioso: el pez murciélago de labios rojos. Es un pez triangular que camina literalmente por el fondo con unas agallas en forma de patas de pato que tiene en la mitad de su cuerpo. Tiene también unos labios fuertemente pigmentados de rojo y un apéndice a modo de cuerno que le sirve para cazar. Si Darwin lo hubiera conocido probablemente se hubiera replanteado la teoría de la evolución de las especies. Cuando en 1835 llegó a Galápagos, a bordo del Beagle, no fue un animal especialmente atractivo el que le llevó a formular su teoría, sino el pinzón. Observó que todas las especies de pinzón, un pajarillo como los gorriones, sólo se diferencian por la forma de sus picos, lo que según él demuestra que descienden de un mismo antepasado. De todos modos, bucear en Galápagos es abrir el libro de la vida y descubrir que ésta estalló como una bomba sobre el planeta y lo conquistó hasta el último recoveco de la roca más inhóspita.

Datos de interés

Para entrar: Pasaporte

Cómo llegar: IBERIA (vuelo directo desde Madrid y Barcelona)

Idioma: Español

Diferencia horaria: 10 horas menos

Moneda: Sucre, válido $US para todo tipo de compras

Clima: Ecuatorial, meses más calurosos de diciembre a mayo

Temperatura del agua: Entre 22 y 23º en Diciembre

Oficina de turismo: 91 562 72 15

 



 

 

 
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