TEXTO & FOTOS: Marcel Gubern

TURISMO
Bajau: gitanos del mar en Indonesia
 
 

Cuando uno se apunta a un crucero de buceo no es fácil convencerle para sacrificar una inmersión, y menos para bajar a tierra. En algunas zonas del sudeste asiático aún es posible observar a primitivas comunidades nómadas de pescadores como los Bajau, conocidos popularmente como “sea gypsies” o gitanos del mar. Aunque la calidad del buceo es seguramente difícil de igualar sería imperdonable desperdiciar la oportunidad de convivir con ellos y compartir, aunque sólo sea por unas horas, su peculiar forma de vida, dentro y fuera del agua.
Tras un día y medio de largo viaje, cualquier buceador recién llegado a Indonesia sólo piensa en montar el equipo y empezar a disfrutar sin más dilación de la inigualable biodiversidad de sus aguas.
Por mucho encanto que tenga la S.M.Y. Ondina, una goleta tradicional buginesa que nos servirá de hogar flotante en los próximos ocho días navegando por el archipiélago de las Tukang Besi, la impaciencia por los primeros encuentros subacuáticos es más que evidente entre los recién llegados. En estos momentos nadie en su sano juicio se atrevería a proponer una excursión terrestre como alternativa al buceo.
Después de ocho inmersiones en dos días parece que los más ilusos ya están convencidos que ni el ritmo más frenético de buceo imaginable va a permitir observar en un sólo crucero las más de 4.000 especies del Indo-Pacífico. Ricard, el director de operaciones, se encarga de recordar que el programa de viaje también incluye algún “desembarco”. Finalmente, tras duras negociaciones para no sacrificar el buceo nocturno, acaba convenciendo a los más reacios de que la experiencia es ineludible. Después de comer embarcamos en las lanchas de apoyo para dirigirnos a una comunidad Bajau - se pronuncia basho - en la isla de Kaledupa. Lo primero que sorprende al aproximarnos es la cantidad de gente, en su mayoría niños, que se acercan al frágil embarcadero que da acceso al poblado. Se trata de una especie de urbanización flotante construida sobre bloques de coral y comunicada interiormente por infinidad de pasarelas de madera que no se caracterizan precisamente por su gran estabilidad. Sómos recibidos por una multitud de sonrisas, tan características de estas latitudes. Pequeños y mayores se acercan curiosos para observar nuestros artilugios fotográficos insistiendo sin cesar en protagonizar alguna instantánea. La mayoría no pueden disimular su gran sorpresa ante el que sin duda es su primer contacto con la imagen digital.
Y es que los Bajau son comunidades primitivas que han mantenido durante muchísimo tiempo sus costumbres más tradicionales en el arte de la pesca y la explotación de los recursos marinos. Distribuidos por diferentes zonas de Filipinas, Borneo, Myanmar (antigua Birmania) e Indonesia, actualmente se empiezan a observar diferencias en el estilo de vida de estas comunidades. A partir de un origen exclusivamente nómada hoy en día es cada vez más difícil encontrar individuos que pasen toda su vida en el mar. Las ayudas oficiales del gobierno y de distintas organizaciones han impulsado la creación de núcleos permanentes con servicios básicos como escuelas y mezquitas. Estas comunidades locales acostumbran a estar formadas por un número reducido de grupos familiares que colaboran entre sí compartiendo recursos y comida.

Los Bajau y el mar
En cualquier caso los “sea gypsies” siempre han contemplado el mar no sólo como su principal fuente de alimentación sino también como su espacio vital. Nacen en el mar, crecen sobre el mar y viven exclusivamente del mar. Sólo cuando fallecen y son enterrados existe una conexión real con la tierra. Sus cuerpos son depositados a lo largo de un ataúd que adquiere la forma de una embarcación. Esta asociación con la muerte explica porque los Bajau siempre intentan dormir cruzados a bordo de sus embarcaciones. Para ellos, éstas son al mismo tiempo un sistema de transporte para desplazarse por el archipiélago y un hogar donde compartir con la familia un sistema de producción colectivo.
Y aquellos que han hecho la transición a una forma de vida relativamente más estable, como es el caso de Kaledupa, insisten en construir sus viviendas literalmente encima del agua, habitualmente sobre un arrecife costero.
La pesca es siempre una actividad familiar. Pescar juntos hombre y mujer para la propia subsistencia y para obtener algún ingreso con las capturas sobrantes forma parte de la identidad de los Bajau. De hecho cuando dos miembros de la comunidad comparten embarcación ya se considera un matrimonio y el éxito de la pareja se valorará según el rendimiento obtenido.
Cada embarcación acoge habitualmente un núcleo familiar con una media de cinco o seis individuos. La familia se convierte de este modo en una unidad económica independiente que debe convivir y trabajar diariamente en un espacio limitado. Aunque el tamaño de las embarcaciones es muy variable, en Malasia e Indonesia son habituales esloras de unos 10 metros con zonas protegidas para el descanso y hornos portátiles de arcilla como elemento básico para preparar las capturas.
Su actividad pesquera es muy variable en función de corrientes, vientos, migraciones y ciclos lunares, comprendiendo más de 200 especies, aunque actualmente el trepang, una especie de holoturia o pepino de mar, es la captura más codiciada y el principal motivo de que los Bajau estén en determinadas zonas. Aunque el aspecto del trepang no sea especialmente atractivo, y menos aún si decidiéramos presionar su blanda estructura, en la cercana China se le considera un verdadero delicatessen al cual se atribuyen también propiedades medicinales. Los sea gypsies son capaces de sumergirse en apnea hasta 30 m. de profundidad para capturarlos.
Los utensilios que utilizan para la pesca están formados básicamente por una variada colección de fusiles, arpones y lanzas. Hay que tener en cuenta que aunque su construcción es muy rudimentaria la efectividad está fuera de toda duda. Lo primero que uno piensa observando a un pescador Bajau bajo el agua es si tiene realmente sentido en determinados entornos la obsesión occidental por el desarrollo continuo de nuevas tecnologías. Armado con un fusil de madera de tan sólo 50 cm. mi amigo nómada me demostró en cerca de una hora cómo se puede conseguir una efectividad de casi el 100% con peces de pequeño y mediano tamaño. Para conseguir una visión suficiente bajo el agua la sofisticación tampoco es muy evidente en las gafas que utiliza. Dos piezas de madera con diminutos cristales incrustados y una tira de caucho que ayuda a sujetarlas en la cabeza es todo lo que hace falta para acechar las presas.
Además los costes de fabricación son mínimos si tenemos en cuenta que la madera se obtiene de los bosques tropicales o de los abundantes manglares de la zona. Sólo tienen que adquirir el metal y el nylon necesario aunque en muchas ocasiones incluso reciclan materiales como neumáticos y otros utensilios metálicos a su alcance.
Para piezas de mayor tamaño, como las tortugas o los dugongs, una especie de vaca de mar emparentada con los manatees, utilizan unos arpones de un solo diente de metal ensamblado a un largo mástil de madera o bamboo.

Trabajo en equipo
Hombres y mujeres acostumbran a compartir responsabilidades en la utilización de armamento para la pesca submarina, una actividad que llevan a cabo conjuntamente por la noche y habitualmemte en zonas de aguas claras y poco profundas. Con la ayuda de la luz de la luna y en su defecto de alguna antorcha situada en la proa de la embarcación, el hombre se mantiene al acecho en la superficie esperando que los peces se sientan atraídos por la luz mientras la mujer dirige la embarcación hacia la posición más adecuada. Para capturas más pequeñas la pareja sitúa la embarcación cerca de la orilla esperando que baje la marea y arrastre hacia ellos gran cantidad de peces que en esa situación serán mucho más fáciles de arponear.
Una vez resueltas las necesidades familiares la pareja intentará vender o intercambiar las capturas sobrantes por otros bienes como arroz, azúcar, sal, café, cigarrillos o incluso joyas. Algunas veces se tratará de algo tan simple como amarrar la embarcación en la tienda de algún comerciante intentado entre ambos conseguir el mejor acuerdo y en otras ocasiones un miembro de la pareja vigilará la embarcación mientras el otro desembarcará para negociar la venta. En cualquier caso se ha podido comprobar que normalmente son las mujeres las que administran los asuntos financieros del negocio, por ser más disciplinadas y tener mucho más claras las prioridades familiares. Esto hace que en las comunidades Bajau la presencia de la mujer sea muy respetada no tan sólo por sus habilidades en la pesca sino también por su capacidad de autosuficiencia y de imponer su autoridad en las decisiones colectivas.
En definitiva, la belleza de los archipiélagos de Indonesia es sin duda el marco ideal para la supervivencia de los amigables Bajau. Pero en cualquier caso habrá que observar si la creciente introducción de actividades de ecoturismo y programas educativos como los que organiza Operación Wallacea en la isla de Hoga, próxima a Kaledupa, tendrá algún impacto negativo en su forma de vida. Por ahora, y tras seis años ininterrumpidos de ecoturistas e investigaciones culturales ni tan solo se ha organizado en la zona un negocio de productos artesanos para vender a los todavía escasos visitantes. Si la amenaza del cambio climático no se hace efectiva y se consiguen controlar algunas actividades irrespetuosas con el medio ambiente como el uso de dinamita y cianuro en la pesca de especies de arrecife, bien seguro que seguiremos disfrutando mucho tiempo de estos únicos e incomparables compañeros de buceo.

Los Bajau de Indonesia

LOCALIZACIÓN: Básicamente en las islas y distritos costeros de Sulawesi, dode viven en colonias cerca de Manado, Anbogaya y Kendari. También en las islas de Baggai, Sula y Togian y a lo largo de la costa de Makassar
POBLACIÓN: 90.000
IDIOMA: Bajau ( Moken)
RELIGIÓN: Musulmanes ( 99% ) Cristianos ( 1% )

INFORMACIÓN DE INTERÉS
IDIOMA: Bahasa indonesio. Inglés es habitual en las principales ciudades y zonas turísticas.
Diferencia horaria: 6-7 horas respecto a GMT.
MONEDA: Rupia, 1 euro equivale aproximadamente a 8.000 rupias
ELECTRICIDAD: 220 v.
VISADO: No se necesita visado. Pasaporte en regla, validez mínima 6 meses
CLIMA: Época de lluvias de diciembre a marzo
TEMPERATURA AGUA: Entre 28 y 30 grados, una de las zonas con el agua más caliente del planeta y una de las razones de su increíble biodiversidad
FOTOGRAFÍA: Recomendable llevar un gran número de carretes teniendo en cuenta el gran atractivo de las excursiones terrestres y las visitas a los Bajau.
CÓMO LLEGAR: Viajes Abando es representante exclusivo en España de los cruceros en la S.M.Y.Ondina

* Buceo con aire comprimido *
No es nada excepcional encontrar individuos que han sufrido algún accidente de descompresión por una utilización incorrecta de equipos de buceo. En su afán por maximizar las capturas utilizando cualquier medio algunos pescadores superan inconscientemente los límites de seguridad.

 

 
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