Día 5. Pulau Ganone (Sur de Halmahera)
Dejando atrás las tranquilas aguas de Raja Ampat, siguiendo siempre rumbo noroeste, la goleta Ondina, tras 14 horas de navegación nocturna por un mar bravío, vislumbra por fin los perfiles de la mítica isla de Halmahera, la mayor del archipiélago de Molucas y cuyos fondos marinos son territorio inexplorado. Ha comenzado la verdadera aventura... La silueta de la mezquita del pequeño poblado de Ganone sobresale sobre las copas de las palmeras de la playa. Los 350 indígenas de Ganone sobreviven con una economía de subsistencia que depende básicamente de la pesca, aunque también han empezado a utilizar otros recursos naturales que les ofrece el mar como el cultivo de algas que luego venden como alimento y para la industria cosmética. En el poblado también encontramos algo de carne de tortuga secándose al sol, probablemente se trate de otro de los alimentos base de este pueblo.
Durante toda la jornada, los miembros de la expedición, divididos en varios grupos, hicieron prospecciones de los fondos marinos de Pulau Ganone. A pesar de la casi total dedicación a la pesca de los nativos, el arrecife que rodea a esta isla goza de una buena salud. Las paredes están completamente colonizadas por corales duros, esponjas barril y tunicados y ascidias de vivos colores azules y amarillos. Por su posición geográfica, a espaldas del estrecho de Patinti y enfrente del enorme Mar de Halmahera, este lugar se beneficia del continuo intercambio de aguas de los dos grandes océanos, el Pacífico, al norte, y el Indico, al sur, encontrándose en sus arrecifes, no sólo una enorme cantidad de ictiofauna, sino una gran variedad de especies marinas procedentes de ambos océanos: damiselas, peces cristal, anthias, varias familias de payasos (pink y de Clark), peces escorpión, rayas de puntos azules y, sobre todo, extravagantes nudibranquios multicolores, unos pequeños y otros tan grandes como puños.
Día 6. Pulau Sira
(Estrecho de Patinti)
La Ondina aprovechó la noche para internarse en el Estrecho de Patinti, dejando a estribor las costas deshabitadas de Halmahera. Esta isla fue la zona de la provincia de Molucas que más se vio afectada por el conflicto religioso entre musulmanes y cristianos que entre 1999 y 2002 convulsionó al país. Las destrucciones sistemáticas de infraestructuras y hogares pusieron en peligro los medios de vida de miles de familias. La situación de inseguridad (sobre todo por piratería) que ha rodeado esta región en los últimos años ha logrado preservarla hasta ahora del turismo y de las actividades comerciales que suponen impactos ambientales para los ecosistemas marinos y terrestres. La isla de Halmahera es hoy un verdadero paraíso natural donde habita cerca del 17% de las especies de pájaros del planeta, el 37% de las especies conocidas de peces, ciervos, búfalos salvajes, orangutanes, tigres, elefantes y tapires.
La goleta fondeó entre un pequeño grupo de islotes que interrumpen el angosto canal que se crea entre Halmahera y la isla de Bacan. Las expectativas de encontrar los mejores ecosistemas marinos están puestas en este punto concreto del viaje, ya que este Estrecho recibe las grandes corrientes de agua procedentes del Mar de Halmahera, de más de mil metros de profundidad y que se precipitan dentro de este ceñido canal que tan sólo tiene 60 metros de profundidad. Estas características geológicas hacen que las corrientes aumenten su fuerza, pero también que traigan una gran cantidad de nutrientes que, a su vez, atraen a un gran número y variedad de especies marinas. Corroborando esta teoría está el hecho de que en todas las inmersiones que realizamos a lo largo de Halmahera, observamos tiburones puntas blancas, puntas negras y grises, de pequeño tamaño y muy esquivos. Esto es muy significativo, ya que los escualos casi han desaparecido en el norte de Indonesia debido a la pesca comercial clandestina que acude de otros países del entorno.
Efectivamente, las corrientes que encontramos eran fuertes pero no impedían la práctica del buceo. El ecosistema arrecifal se caracteriza por grandes gorgonias y corales duros, además de vistosas esponjas barril y tubos de órgano. En el azul, grandes cardúmenes de túnidos desfilan a contracorriente y en los claros arenosos cabalgan manadas de grandes loros gibosos, los últimos bisontes del arrecife. Los crinoideos y los corales de fuego impiden acercarse mucho al arrecife que esconde, entre sus oquedades, vistosos peces león, labiosdulces, halcón y otras raras especies como la gamba mantis boxeadora, cuyas poderosas pinzas son capaces de romper de un sólo golpe un acuario de cristal. En estos fondos también encontramos el poco habitual pez payaso espinoso de un llamativo color rojo. Un espectáculo para la vista.
Durante la jornada, entre inmersión e inmersión, desembarcamos en el poblado de Sira, también musulmán. El alcalde del mismo nos recibió y, a nuestras insistentes preguntas, explicó que la población es consciente de la riqueza que tienen sus arrecifes y que intentan preservarlos lo mejor posible, sin embargo, las aletas de tiburón y los restos de tortugas, cuelgan de las modestas cabañas de madera como vistosos trofeos.
Día 7 y 8. Archipiélago Goraichi (oeste de Halmahera)
Durante la noche, la expedición cruzó la línea del Ecuador irrumpiendo en el hemisferio norte y, al amanecer entramos en aguas del archipiélago de Goraichi, un grupo de islas, más cercanas a puntos más desarrollados de Indonesia, como las ciudades de Ternate o Tindore que, hace 10 años, empezaron a prepararse para recibir al turismo. Esta región vivió su mejor momento allá por el siglo XVI, cuando el archipiélago de Molucas -Maluku en lengua nativa- fue conocida por Las Islas de las Especias. En Goraichi, los nativos se enorgullecen de sus arrecifes coralinos y aseguran que los protegen e impiden la pesca con métodos agresivos. El Equipo Nautilo documentó grandes zonas de arrecifes completamente destruidas por la dinamita y los responsables locales explicaron que esa es la huella dejada por pescadores foráneos desaprensivos hace más de una década y que ahora ya no se utiliza esta técnica pesquera.
Durante dos jornadas completas los miembros de la expedición exploraron los arrecifes del archipiélago. Bonsai Rock, Kanpung Gafi, Karang Gumorga, Pulau Adu, Temburu Gora y Pulau Lelen, son los nombres de algunas de las inmersiones de Goraichi. En ellas nos encontramos con aguas muy limpias, corrientes moderadas, pero, sobre todo, con una enorme biodiversidad marina. Las gorgonias tenían tamaños superiores a los dos metros y entre los enormes cogollos de coral duro nadaban grandes grupos de pargos, labiosdulces, peces león y peces ángel, loros y algunos tiburones de pequeño tamaño. En las inmersiones nocturnas encontramos extrañas y enigmáticas criaturas como el pez cocodrilo, pequeñas gambas boxeadoras y peces pipa. Con las primeras sombras de la tarde y asomando por la lejanía los picudos perfiles de los cuatro volcanes de Ternate y Tindore, tomamos rumbo al norte de la isla de Sulawesi. |