Están diezmando las poblaciones
de tiburones” dice Mike Rutzen. “El Sharks
Board’s, -un servicio de alerta y protección
contra tiburones de KwaZulu-Natal (Sudáfrica)-inicialmente
tenía una finalidad de protección a
través de la erradicación. Pero no han
cambiado. Era entendible en los años sesenta,
cuando nadie conocía nada de los tiburones,
pero ahora deben para”.
Pero Mike no es un hippy de pelos largos diciendo
que los tiburones son inofensivos. El está
convencido totalmente de que los tiburones, en general,
y los tiburones blancos en particular, son depredadores
temibles. Pero insiste en que no somos su objetivo
de caza. Si lo hicieran, todos los días moriría
por lo menos una persona.
Lenguaje corporal
“Cuando entramos en el agua somos la mas lenta
y torpe forma de proteina” dice Rutzen. Pero
no sabemos bien. Los tiburones blancos son extremadamente
selectivos en su dieta. No son asesinos descerebrados,
insiste, y lo prueba hipnotizándolos. Rutzen
fue lentamente desarrollando la idea de la hipnosis
mientras trabajaba en una empresa de buceo con tiburones
con jaulas, en la pequeña ciudad de Gansbaai
cerca de Cape Town, donde ahora tiene un negocio de
buceo con jaulas. El solía observar a los tiburones
desde la seguridad del barco y, ocasionalmente desde
la jaula.
“Empecé a pensar en el tema del lenguaje
corporal cuando trabajaba como buzo de seguridad para
cámaras” explica. “Comencé
a observar lo que el animal iba a hacer. Si alguien
hacía un determinado gesto el animal reaccionaba
de una forma. Uno va tomando nota de eso porque va
por delante”.

Susurrar a los tiburones
Las ideas de Rutzen sobre la comunicación con
los tiburones a través del lenguaje corporal
son parecidas a las de comunicar con los caballos
a través del susurro. Pero la diferencia es
que los caballos son animales domésticos y
herbívoros, mientras que los tiburones son
salvajes y carnívoros. Muchos piensan que está
loco, y ciertamente se necesita una buena dosis de
coraje para introducirse en el agua junto a estos
enormes depredadores, pero Rutzen afronta cada inmersión
de forma filosófica y tranquila.
“Asumo ciertos riesgos calculados y pequeños
para tratar de obtener conocimiento de los tiburones
con fines conservacionistas. Si tratas de ser Rambo
en este juego, estás muerto. No son máquinas
mata hombres descerebradas, pero tiene menos tolerancia
que cualquier otra especie con la que yo haya buceado.
Son depredadores natos y nada acaba por llenarles
alrededor suyo”.
Cuando entra en el agua, Rutzen se acurruca, con las
piernas cruzadas y abrazándose, haciéndose
pequeño, de modo que los tiburones no se sienten
amenazados. Entonces él reacciona al lenguaje
corporal de ellos. Si un tiburón se acerca
de forma agresiva él se estirará levantando
las manos encima de la cabeza y haciendo movimientos
hostiles hacia el tiburón para ahuyentarlo.
“Estos animales se comunican entre ellos con
el lenguaje corporal. Si comprendes su idioma ya has
conseguido la mitad del camino. El animal lee cuáles
son tus intenciones. Reacciona de un modo como si
entendiera tus intenciones. Es un método de
comunicación muy básica, pero me funciona”.
Al contrario, si el animal se muestra tranquilo y
curiosa, el lo dejará acercarse.
“La primera vez que conseguí tocar un
tiburón blanco y que él reaccionara
de un modo positivo me quedé alucinado, no
me lo podía creer. Lo tocaba de una manera
plácida y el animal respondía de igual
modo con placidez. Fue algo que te cambia por dentro
para toda la vida. Cuando lo tocaba de forma no agresiva
reaccionaba de forma no agresiva”.