MEDICINA
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Algunas razones para no bucear
Los examenes médicos son necesarios para un buceo seguro
 

Para la práctica del buceo recreativo no es necesario poseer cualidades atléticas destacadas. Basta (y no es poco) con disfrutar de un buen estado general de salud, estar libre de algunas enfermedades crónicas y no sufrir de ciertas dolencias que desaconsejan temporalmente la práctica del submarinismo.
Existen más de cincuenta circunstancias médicas que, si bien permiten llevar una vida completamente normal, imposibilitan al candidato para la práctica del buceo con aire comprimido. Por esta razón es necesario pasar un examen médico riguroso antes de iniciarse en este deporte y repetir estas pruebas de aptitud médica con cierta periodicidad, sobretodo a partir de los 40 años o después de haber sufrido intervenciones quirúrgicas o enfermedades. Se recomienda, al menos, un reconocimiento cada dos años para buceadores ocasionales y un examen anual para submarinistas con dedicación profesional.
El examen de aptitud debe ser realizado, a ser posible, por un especialista en medicina hiperbárica o por un médico con conocimientos en medicina del buceo. Debe incluir como mínimo una historia clínica del candidato, una exploración general y una serie de pruebas capaces de descartar circunstancias invalidantes, tanto de tipo definitivo como temporal.
El médico, determinará la existencia o no de afecciones cardiovasculares, pulmonares, oftalmológicas, dentarias y del sistema auditivo, así como de dolencias neuropsíquicas, metabólicas o de cualquier otro tipo. Si padecemos alguna de ellas, el doctor nos puede desaconsejar la práctica de este deporte, en otras ocasiones nos podrá recomendar que aplacemos nuestro viaje de buceo hasta que remitan los síntomas de alguna afección transitoria, proponiéndonos un tratamiento, si fuese necesario.
Las contraindicaciones absolutas, es decir aquellas que inhabilitan definitivamente al candidato para la práctica del buceo son muy variadas. Las que con más frecuencia son detectadas en los exámenes de aptitud son: * Bronquitis crónica
* Asma bronquial
* Neumotórax espontáneo
* Desprendimiento de retina
* Diabetes
* Alergias severas o de etiología desconocida
*Úlcera gastroduodenal sangrante
* Afecciones endocrinas: tiroides, suprarrenales, etc.
* Hipertensión superior a 16/10 cm Hg
* Antecedentes de infarto, valvulopatías cardíacas y operados de corazón.
* Bloqueos de la conducción cardíaca
* Epilepsia
* Claustrofobia
* Historia de accidente grave de descompresión

Las contraindicaciones temporales, nos exigirán aplazar los planes de buceo, pero una vez resueltas, podremos sumergirnos de nuevo. Las afecciones de este tipo que encontramos con mayor frecuencia son:

* Resfriados, congestiones nasales y sinusitis
* Otitis
* Perforaciones timpánicas
* Caries
* Obesidad por encima del 25% del peso idóneo
* Intervenciones quirúrgicas recientes
* Presunción de embarazo o gestación (sí bien, obviamente no se trata de una afección sino de un estado fisiológico)
* Debilidad, fiebre o malestar general
* Traumatismos (esguinces, fracturas, luxaciones, contusiones, etc.)
* Accidentes de descompresión leves

No debemos menospreciar la importancia de estos chequeos médicos, son fáciles de realizar y previenen al buceador de sufrir episodios que podrían llegar a ser graves. Si hace tiempo que no ha pasado un examen de este tipo, acérquese a un médico especializado y pregúntele: “Doctor: ¿puedo bucear?”.





 
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