MEDICINA
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Un problema de narices
 

Los buceadores saben que cualquier patología que afecte a los espacios aéreos del cuerpo -oídos, senos y nariz- puede provocar molestias al descender o al subir a superficie en una inmersión o incluso problemas más serios como un barotrauma. Hoy nos centraremos en una afección conocida como rinitis.
El término procede del griego, rhinos nariz y la terminación itis que significa inflamación. Consiste en la inflamación de la mucosa nasal y provoca uno o varios de estos síntomas: congestión nasal, rinorrea (inflamación de la mucosa nasal), estornudos y/o prurito. Los síntomas descritos pueden presentarse junto con otros localizados en los ojos, oídos o faringe.
El gesto típico e inconfundible para el diagnóstico inicial de la rinitis es frotarse la nariz hacia arriba con la palma de la mano abierta, inconscientemente se hace para aliviar el picor y para mejorar el flujo de aire por la nariz. Si visitamos un colegio, podremos comprobar que un alto porcentaje de niños revelan su rinitis con este gesto.
Ante la aparición de alguno de estos síntomas, el submarinista debe acudir a su médico y, si este nos lo aconseja, al otorrinolaringólogo para determinar cuál es el origen de la rinitis y recibir el tratamiento adecuado.
Existen diferentes tipos de rinitis. La infecciosa es la provocada por virus o bacterias; la alérgica consiste en una respuesta inmunológica a nivel de la mucosa nasal ante determinadas alérgenos –ácaros, hongos, pólenes, etc.-; la de tipo ocupacional se relaciona con la presencia de un agente desencadenante en el lugar de trabajo –látex, agentes químicos, maderas, etc.-; y un último tipo de rinitis, que es un cajón de sastre, provocada por determinados medicamentos, stress, estados hormonales y otras situaciones diversas e incluso desconocidas.
Para curar la rinitis se deben evitar o eliminar los factores que desencadenan la inflamación y seguir un tratamiento medico que, dependiendo de la gravedad y duración de los síntomas, pueden incluir antihistamínicos, corticoides o descongestionantes nasales.
Aunque algunos tipos de rinitis se parecen a un simple resfriado hay que dedicarle la atención que merece, más aún si somos buceadores, ya que puede complicarse o presentarse junto con otras afecciones como otitis media, sinusitis, asma o sordera. Como es natural, antes de ir a bucear debemos consultar con el médico hiperbárico que conoce la fisiopatología del buceo y como afectan los cambios de presión al organismo.
Sin estar totalmente repuesto no se debe bucear ya que se puede agravar el proceso, retrasar más aun la próxima inmersión o incluso sufrir un susto si ocurre, por ejemplo, un bloqueo inverso.
Aunque el especialista nos autorice a bucear y la rinitis esté controlada, debemos ser prudentes y no forzar nuestro organismo si nos cuesta compensar o si tenemos que hacer demasiada fuerza en la maniobra de valsalva. Es preferible abortar una inmersión a tiempo antes que dejar de practicar nuestro deporte favorito durante varias semanas.

Remedios caseros
Las tisanas de jengibre son excelentes remedios naturales contra la rinitis. Directamente, lo más recomendable, es preparar una infusión con ralladura de la raíz. Simplemente ralla un poco y agrega a una taza de agua hirviendo. Deja reposar por 15 minutos y bébela. Hazlo, al menos, dos veces al día. La ortiga verde, otra de las buenas hierbas medicinales, también sirve para combatir la rinitis. Lo más común es hacer una infusión con una cantidad razonable de ortiga por litro de agua. Luego de dejar hervir por 15 minutos, como cualquier otra infusión, se cuela y se reserva. Trata de beber esta infusión ininterrumpidamente por un lapso de tiempo largo, dos o tres veces al día para que puedas apreciar sus resultados. ¿Te molesta la mucosidad que te produce la rinitis? Nada mejor, entonces, que recurrir al eucalipto. Al igual que en muchos otros trastornos de tipo respiratorio, puedes emplear al eucalipto como infusión o como vahos para inspirar. De cualquiera de los dos modos, debes poner a hervir una buena cantidad de hojas en agua. Si prefieres la tisana, simplemente cuela y reserva. Si no cubre tu cabeza con una toalla e inspira profundamente los vapores que larga la cocción. Verás que es uno de los mejores remedios caseros contra la rinitis que existe.

 
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