El neopreno es una goma sintética muy parecida al caucho natural. Es un material de sobra conocido por todos los buceadores porque se utiliza para confeccionar trajes de buceo, escarpines, guantes y otros elementos del equipo. Además de este, tiene otros usos en la industria: como aislante eléctrico o acústico, como base para adhesivos o para fabricar correas de ventilación de automóviles. Cuando se fabrican los trajes húmedos de buceo se utiliza espuma de neopreno con una elevada concentración de burbujas de gas que confieren al material la propiedad de aislante térmico.

El uso de los trajes húmedos de neopreno surgió, como ocurre en otros aspectos del buceo recreativo, para resolver una necesidad de la marina de los Estados Unidos. En este caso, se buscaba la protección térmica de los buceadores en las operaciones de comando.

El contacto del neopreno con la piel puede ocasionar una alergia o mejor dicho una dermatitis alérgica por contacto. Esta afección es más común de lo que creemos. Se trata de una inflamación de la piel relacionada con el sistema inmune.

Los síntomas pueden tardar varias horas en manifestarse. La zona de contacto con el neopreno enrojece y aparece una erupción acompañada de picores. No hay que confundirlo con un enfisema subcutáneo que es la acumulación de aire bajo la piel como consecuencia de una sobreexpansión pulmonar, cuyo aspecto es más opaco y suele aparecer en la base del cuello.

Según los especialistas, la alergia al neopreno no es causada por todo el neopreno, sino por alguno de los químicos que usan los fabricantes para procesar el neopreno, por lo que en principio podría evitarse.

Si el buceador sospecha que puede tener alergia al neopreno puede probar alguna de estas fórmulas: usar debajo del traje una malla fina para evitar el contacto con el neopreno, adquirir un traje que lleve una tela incorporada (aunque según el tejido, puede ser esta tela la que cause la reacción alérgica), usar traje seco en lugar de húmedo o dejar de utilizar el neopreno. Esta última medida sólo sería posible en zonas de buceo donde la temperatura del agua lo permita.

Es preferible acudir directamente al especialista para que nos de un diagnostico preciso y completo ya que, si no se trata adecuadamente, y es una afección severa, pueden quedar secuelas en la piel. El diagnostico se basará no sólo en los síntomas, sino también en la historia clínica del paciente y en la reacción positiva a la sustancia de prueba.

Si acudimos al alergólogo como primera medida y el médico, después de hacer las pruebas pertinentes, detecta el agente alergeno, podemos cambiar nuestro traje por otro que no tenga ese material en su composición.

Los tratamientos farmacológicos recetados por el médico incluyen administración de antihistamínicos y la aplicación de cremas. No se trata de soluciones definitivas, y a menudo la respuesta es poco efectiva.