El Helio es un elemento químico gaseoso cuyo símbolo es He. En la Tabla Periódica de los Elementos se sitúa en la última columna, en el grupo de los gases nobles. Su nombre su acuñó en 1868 cuando se identificó en la atmósfera del sol -en griego helios-.
Es el segundo elemento más ligero después del hidrógeno, la molécula esta formada por solo dos átomos. No huele, no tiene color y tampoco sabor. Posee una conductividad térmica excepcionalmente alta, lo que significa que conduce el calor mucho más rápido que el aire.
El helio es un recurso no renovable, se obtiene sólo de yacimientos naturales de la corteza terrestre. Cuando va a ser utilizado como gas respiratorio, debe ser purificado para eliminar otros gases que lo acompañan en estado natural.
El helio se utiliza en las mezclas respirables de buceo por varias razones: es un gas inerte -no reacciona y no forma compuestos químicos-, es menos soluble en la sangre que el nitrógeno y su peso molecular es muy bajo lo que le permite abandonar más rápido los tejidos reduciendo el tiempo necesario de la descompresión.
Se incluye este gas para reducir los efectos perjudiciales provocados por respirar nitrógeno y oxígeno a profundidad. El nitrógeno provoca narcosis y el oxígeno es altamente tóxico, a partir de cierta profundidad.
En la actualidad, el helio tiene fundamentalmente dos aplicaciones: en inmersiones profundas y en hábitats submarinos.
En inmersiones profundas -por debajo de 60 metros- se incorpora helio en una proporción que dependerá de la profundidad y del tiempo de inmersión. Estas mezclas reciben nombres como trimix si contienen oxígeno, nitrógeno y helio o heliox si combinan el helio con el oxígeno.
Como el helio conduce el calor seis veces más rápido que el aire, el buceador siente más frío que si respirara aire o nitrox. Cuanto mayor sea la proporción de helio en la mezcla más acusado será este fenómeno. Por esta razón, con mezclas que contienen por encima de un 20 % de helio no se usa el aire de la propia botella para hinchar el traje seco sino una botella supletoria que contiene aire o argón. En los trabajos que exigen permanecer muchas horas bajo el agua se combaten las bajas temperaturas introduciendo agua caliente en el traje. El agua es suministrada desde superficie a través de mangueras flexibles unidas al umbilical.
También se respira helio en la atmosfera de un hábitat submarino. Estas "casas" bajo el agua son recintos cerrados donde los buceadores pueden pasar períodos de tiempo prolongados y realizar todas sus funciones vitales. A grandes profundidades, la mezcla de aire que se respira en estos compartimentos contiene una alta proporción de helio.
Los buceadores confinados en un hábitat submarino deben hacer frente al frío debido a las propiedades térmicas del gas pero además pueden tener dificultades de comunicación porque el helio distorsiona la voz. Al ser más ligero que el aire las cuerdas vocales vibran a mayor frecuencia y el timbre de voz es muy agudo, hablan con voz de pito. No pueden calentar la comida porque los gases liberados pueden resultar tóxicos al contacto con el helio y provocar una deflagración, usan el microondas.
La primera vez que el ser humano vive en una atmosfera de helio es en el año 1962 cuando la Sociedad Cousteau realiza un experimento en el que seis acuanautas viven en el Precontinent III durante 7 días a 30 m de profundidad.
Además de los efectos descritos, los tripulantes del Precontinent III pudieron constatar que los sentidos del gusto y del olfato se ven disminuidos mientras que la atención y la rapidez mental aumentan.
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