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HISTORIA
DEL BUCEO
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Leonardo
da Vinci |
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El genio polifacético diseñó
un par de aparatos para bucear. El primero consistía
en un simple tubo como el utilizado por los apneistas con una
embocadura modelada para la boca en un extremo y un flotador
de cuero en la parte superior. En otro diseño nos muestra
un casco completo con gafas con un tubo respiratorio. Se trata
de una especie de capuchón con púas, que hacían
de defensa natural contra posibles depredadores. Una variante
representa un voluminoso recipiente de aire sobre el pecho del
buzo conectado a una máscara que le cubre parte del rostro.
En su Codex atlanticus, Leonardo bosqueja todos los órganos
del hombre buceador: aletas, tubo respirador y aparato respiratorio.
El más perfecto de todos sus diseños consiste
en un traje completo de buzo, que ha sido clasificado por otros
autores como equipo que cubre todas las necesidades vitales
y las exigencias especiales que un hombre puede necesitar bajo
el agua. El buzo va provisto de una máscara y recipiente
unido a un traje de cuero completo, utilizando como lastre para
sumergirse sacos de arena que el buzo vaciaba cuado deseaba
salir a la superficie. El genio se negó a divulgar algunos
de sus descubrimientos en esta materia: a causa de la
mala condición de los hombres, los cuales recurrirían
entonces a los asesinatos en el fondo de los mares destrozando
los barcos por la cala, haciéndolos ir a pique...y aunque
enseño otras maneras de permanecer bajo el agua, éstas
no implican peligro alguno, porque en la superficie de la misma
aparece la abertura. Puesta sobre odres o flotadores de corcho,
del tubo por el cual respiran.
FUENTE: Tomás Rodríguez Cuevas, Juan Ivars Perelló. |
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