ENTREVISTA    
 
Juan López de Uralde/ Presidente de Greenpeace España
 
TEXTO: BUCEO XXI

Todos hemos oído hablar de GREENPEACE alguna vez, pero pocos sabemos qué hay detrás de esos "locos" que se lanzan con un fueraborda contra un petrolero.
Detrás hay una organización global con tres millones de socios en todo el mundo - más de 71.000 en España - que trabaja concienzudamente las denuncias antes de realizarlas. Greenpeace lleva trabajando desde 1971 en defensa del medio ambiente y es en este momento la mayor organización ecologista del mundo. La fuerza de Greenpeace está en su independencia económica y política y el rigor de las denuncias.

¿Qué ha cambiado en el movimiento ecológico desde sus inicios hasta nuestros días?
La conciencia sobre los problemas ambientales en la tierra ha aumentado extraordinariamente. Hoy nadie puede decir que la inacción es debida a la falta de conocimiento sobre los problemas. Está claro que sólo los intereses económicos a corto plazo y la falta de voluntad política son las razones por las que la degradación ambiental continúa.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los conservacionistas como movimiento en este siglo? ¿Cree que siguen siendo considerados como unos idealistas utópicos y románticos?
Los dos retos más importantes son la lucha contra el cambio climático consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y la pérdida de diversidad biológica por la destrucción de ecosistemas. Además continúa la contaminación tóxica o nuclear, y aparecen nuevos retos como la biotecnología.
Creo que la mayor parte de la gente se ha dado cuenta de que el movimiento ecologista defiende el bien común y de que es imprescindible.







¿Ha cambiado mucho la sensibilidad de las personas hacia la naturaleza?
Hay una sensibilización progresiva e imparable. Todavía hay muchos episodios que muestran la falta de sensibilidad, pero la conciencia ha aumentado. Ahora hay que transformar la sensibilidad en acciones concretas para conseguir cambios reales.

¿Sirve de algo que la opinión pública presione a unos poderes económicos sordos e interesados sólo en los beneficios a corto plazo?
Claro que sirve. Si no fuera por la presión que se ejerce desde la opinión pública la situación sería aún peor. Sólo a través de la presión se pueden conseguir los cambios necesarios que garanticen la preservación del Planeta. Hay muchos ejemplos de cómo a través de la presión se consiguen cambios reales.

Por una parte queremos las comodidades y ventajas de esta civilización tecnológica y consumista pero, por otra, no queremos que eso suponga el agotamiento y destrucción del planeta…¿Hasta qué punto estamos esquizofrénicos en cuanto a nuestra relación con la naturaleza?
Ciertamente hay una contradicción entre nuestro afán por consumir más y la capacidad de una Naturaleza que tiene unos recursos limitados. La imagen de la tierra vista desde el espacio muestra muy a las claras que vivimos en un planeta de recursos finitos, y sin embargo, con un sistema económico que promueve el crecimiento infinito. Si esto no cambia, tarde o temprano, se producirá un colapso ecológico.

¿A qué se dedica GREENPEACE en España?

Greenpeace desarrolla sus campañas globales en España. Nuestra lucha principal está encaminada a frenar el cambio climático, y a la eliminación de la energía nuclear. Para ello promovemos sistemas de producción de energía limpios como la solar. Además defendemos los bosques, y para ello denunciamos la constante entrada de madera importada ilegalmente procedente de ecosistemas de gran biodiversidad como los bosques primarios. Defendemos prácticas pesqueras sostenibles frente a la actual sobreexplotación industrial de la pesca; promovemos sistemas de producción limpios y tratamos de evitar la entrada de organismos modificados genéticamente (OGMs).

Si hay un país que vive de sus recursos naturales es este, no sólo por la importancia de sus productos agrarios, pesca, ganadería…sino porque la primera industria del país es el turismo. ¿Se ve a estas alturas una relación entre conservación y beneficios económicos?

Cada vez está más claro que es así: antiguos países balleneros obtienen hoy beneficios a través del turismo de avistamiento de ballenas, y esto es sólo un ejemplo. Cada vez más el turista exige un medio adecuadamente conservado y gestionado. La actual explotación turística de nuestras costas - basada en el reclamo de cemento y sol - es insostenible.

A pesar de todo, los últimos informes sobre emisión de contaminantes a la atmósfera, por ejemplo, superan las predicciones más pesimistas, y estamos años luz de conseguir lograr los objetivos de Kioto en los plazos previstos…
Efectivamente. Además Kioto debe ser sólo un primer paso en la lucha contra el cambio climático, y es necesario ir mucho más allá de las reducciones establecidas por este Protocolo. Pero nosotros defendemos la necesidad de que los países firmen y ratifiquen Kioto, aunque sea un acuerdo mínimo, es también un punto de partida. Lógicamente, además de firmarlo es necesario que se establezcan planes que garanticen el cumplimiento de los objetivos establecidos.

¿Qué pasará con la mayor reserva biológica del planeta: el mar?
La sobreexplotación pesquera, la contaminación tóxica y la destrucción de los espacios costeros son los principales problemas a los que se enfrenta. Desgraciadamente no se ve un cambio de tendencia, y por tanto, no hay ningún motivo para ser optimista. Sin embargo, siempre soy de la opinión de que hay que seguir luchando para conseguir que las cosas cambien. Lo peor es caer en la apatía, y la pasividad, porque eso es dar vía libre para que todo siga igual.

Según se mire, el turismo puede tener dos efectos contrapuestos: un impacto negativo por saturación sobre una zona y una exigencia conservacionista de los lugareños como parte sustancial de los atractivos turísticos…
Efectivamente, ya hemos visto como algunos municipios costeros empiezan a ser conscientes de esto, y a darse cuenta de la necesidad de conservar para ser atractivos. Una explotación razonable y bien hecha, preservando y promoviendo los valores naturales es una buena forma de atraer recursos, y tiene mucho más futuro que la destrucción por la masificación.

Siguiendo este razonamiento, ¿será positivo para la conservación de los océanos el previsible aumento de la práctica del submarinismo?
El submarinismo acerca la riqueza y la belleza de los fondos marinos a las personas, y en ese sentido crea una demanda de conservación. La mayor parte de los submarinistas es gente con una gran conciencia sobre la necesidad de proteger el mar y sus recursos. Creo que la práctica del submarinismo debe cuidarse enormemente de sus potenciales impactos, ya que en la medida en que se va popularizando también puede masificarse en algunos puntos y generar problemas.

¿A quién podríamos juzgar en La Haya por crímenes ecológicos contra la humanidad? ¿O no es un crimen contra la humanidad destruir la vida del planeta?
Sin duda a George W. Bush.


 


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