¿Cómo
te iniciaste en el Mundo Submarino?
Empecé en serio con la inmersión antes de realizar
el Servicio militar. Sería el año 57 cuando
mi hermano me hizo un curso acelerado precisamente en el Rompeolas
de Barcelona. Después en el año 60, tuve que
servir en la Infantería de Marina. Donde por suerte
pude apuntarme a un grupo de buceadores de combate. Estuvo
muy bien, ya que eran un grupo minoritario, y aunque ahora
serían equipos antiguos, en ese momento era de lo más
moderno. Aprendimos, entre otras cosas, técnicas para
hacer inmersión de noche. Esta experiencia me sirvió
de mucho. Era hacer submarinismo pero trabajando, eso sí,
enfocado a lo militar: ejercicios a pulmón libre, sin
equipos y con equipos de circuito cerrado, que no dejan rastro
de burbujas... Además tuve la gran suerte de que en
los últimos meses descubriesen casualmente un pecio
con más de 200 ánforas en la isla de Escombreras.
Era el año 61, y desde el día en que se descubrió
y hasta que me licencié estuve colaborando con arqueólogos.
Cuéntanos tus inicios
en la Imagen submarina
Empecé fabricándome una caja estanca para fotos,
en ese momento no había vídeo, sólo cine.
Cuando la tuve lista la utilicé poco ya que surgieron
las cámaras de super 8 y tuve la imperiosa necesidad
de fabricarme una caja estanca para cine submarino. Me gustaba
más la acción, la foto la veía demasiado
estática.
¿Tu
siempre has sido una persona de imagen en movimiento?
Todo es bonito, considero que la nitidez de una diapositiva
aún no se ha conseguido en cine. La foto es estática,
no puede haber el seguimiento de una secuencia, de un pez
en el instante en que coge una presa, es muy difícil
captarlo foto a foto. Empecé en super 8 y cuando surgió
el vídeo, debido a la facilidad, sobre todo a la autonomía,
me cambié. En principio en cine teníamos sólo
3 minutos, como máximo media hora, y luego sacaron
ya las de una hora. Empecé con una cámara JVC
de VHS que no tenía mucha definición. Cuando
salió el super VHS me pasé a él. Posteriormente,
cuando ya hacía tres años que la tenía
-a todo esto fabricándole yo mismo los equipos de iluminación,
tanto munición como la caja estanca-, me cambié
al Hi-8 a fin de reducir espacio y cuando salió el
Hi -8 en 3 ccd con más definición, me cambié
de nuevo y aquí me he plantado. Me absorbe más
tiempo pintar recordando vivencias de barcos hundidos en los
que he estado, aprovecho también secuencias de mis
imágenes, tengo mucho material de archivo tanto en
cine como en otros formatos y me son de gran ayuda para realizar
las composiciones de mis cuadros. No es que lo que haya dejado,
aún conservo las cámaras, al vivir y estar ubicado
en lEstartit soy un privilegiado que puedo ir a hacer
inmersión los días en que verdaderamente el
agua es transparente, en los que no hay corriente. Normalmente
los que suben a lEstartit se ponen en el agua por que
han subido, incluso los días en que hay tramuntana.
Si las barcas salen, ellos salen. Yo puedo escoger el día
y si en ocasiones puedo ir por la mañana y por la tarde,
lo he hecho.
Explícanos
la trayectoriadesde tu primera película y tu larga
historia.
Mis primeras películas fueron hechas en aguas de Alicante.
Conozco bien la costa que va de Denia (provincia de Alicante)
hasta prácticamente el peñón de Ifac.
Todo este litoral es muy bonito y está repleto de cuevas
preciosas, puede incluso que en aquella época yo fuera
el primero en entrar en alguna de ellas. Ante una pequeña
grieta que aparentemente no tenía salida alguna, seguía
y veía cómo se ensanchaba y surgían cuevas.
Recuerdo una en Benitachell, la cueva de Morech, los iniciados
en el tema lo sabrán, creo que es la más larga
y que no se ha llegado aún al final, tiene una larga
historia por haberse dejado la piel en ella bastante gente.
Mis primeras películas fueron hechas en esta zona.
No había la fauna que hoy hay en la costa Brava, estaba
más castigada. No es que tenga que hablar mal de la
pesca submarina, pero allá iban muchos que pescaban
con botellas, porque la pesca submarina a pulmón es
una cosa y con botellas es otra, y aunque no fueran muchos
los que lo hicieran sí se notaba que había sido
muy castigada.
Quiero decirte que cuando
salgo con botellas del Rompeolas la gente aún me pregunta:
¿qué has cogido?
Sí. Hay una desorientación... Eso sí,
me pasó una cosa muy curiosa conforme me dediqué
más a tomar imágenes. Le di mucho más
valor a poderme acercar a un pez y tomar de él unos
determinados planos, que no al simple hecho de cogerlo. Ya
hace muchos años que soy totalmente incapaz de arponear
un pez. Es que no podría, y estoy seguro en una cosa,
que me la han preguntado muchas veces y es verdad, y tú
puede que también lo veas como submarinista, que los
peces detectan la adrenalina o las intenciones de la persona
que los mira. Son muchos los que dicen no sé
que pasa cuando no voy con fusiles se me acercan más,
parece mentira que conozcan el fusil. No es que conozcan
el fusil, detectan las intenciones del buceador. No sé
si viene al caso, pero hubo unos años en que fui radioaficionado,
recuerdo a un médico naturista que estudiaba a los
perros. Me decía que éstos saben perfectamente
cuál es la persona a la que le gustan y a la que no.
A ésta última le ladrarán y no se dejarán
ni acariciar, y el amo dirá, qué raro,
si esto no lo hace nunca.
¿Tus
primeras imágenes en movimiento fueron entonces en
cuevas?
En cuevas y en mar abierto. Sí, en la zona de Alicante
en la que estuve, puede que trece o catorce años, yendo
de vacaciones cada año. Hay unas islas muy bonitas.
En ese momento, eran bastante desconocidas, piensa en que
en esa época en Denia no había ni un compromesor.
Teníamos que hacer muchos kilómetros hasta Jávea
donde había un buque, El Mediterráneo
me parece que se llamaba, preparado para poder recargar los
equipos. Eramos poquísimos los que hacíamos
inmersión y más por aquella zona. En Cataluña
había más gente, esta zona era más virgen.
¿Tus intentos de comercializar
la obra de tu vida?
A veces no se busca si no que sale. En una de mis participaciones
en Antibes un amigo mío me presentó a un conocido
suyo que tenía una productora de vídeo. Hicimos
un acuerdo y creamos una productora con el nombre de Gilmar-sub
(Gil por mi parte y Mar no por el mar, sino porque el socio
se llamaba Martínez y la composición quedaba
muy bien). Fue algo en lo que puse muchísima ilusión
porque consideraba que tenía material. Eran las últimas
épocas ya con cámaras de alta resolución,
aunque no fueran imágenes rodadas en Betacam lo eran
en 3 cds y Hi 8. Sacamos cinco capítulos, una
colección bimestral. Empezamos con mucha ilusión
en el año 93, con El mar, acuario del mundo.
Tuvimos la idea de hacer unos videos totalmente factibles,
que un submarinista lo viera y pudiera repetir la inmersión.
Antes habíamos visto ya muchas películas bajo
el hielo y las ballenas de Cousteau, que son fantásticas
pero que las ve un submarinista y dice: ostras! muy
bonito pero yo no lo puedo hacer. Realizamos una serie
dando todas las explicaciones de cómo poder ir al lugar,
por qué autopista, qué salida, dónde
había un compresor, qué barco te llevaba, una
colección orientatíva para poder repetir aquello
mismo que rodamos.
¿De
hecho era un guía en vídeo?
Sí había además un apartado de consejos
para el submarinismo impartidos por la FEDAS. Sí, era
como una guía, por ejemplo si se trataba del Boreas,
en Palamós, comentábamos qué había
de interesante en los alrededores de Palamós para que
después de la inmersión se pudiera visitar.
Estábamos muy seguros algunos de nosotros de que encontraríamos
algún esponsor, fuera Mares o Nemrod, en cada capítulo
nosotros salíamos con ese material, pensábamos
que la gente se fija mucho en ello, en los equipos, y no hubo
forma de conseguir nada. Así mismo, y me sabe mal decirlo,
pero tampoco lo logramos de los ayuntamientos de los lugares
en que se rodaban las películas, por ejemplo el capítulo
de las Medas, en LEstartit, su ayuntamiento dijo que
no, nosotros les hacíamos una promoción del
Estarit, a parte de toda la zona... ¿Qué puedes
hacer después de la inmersión?, pues ir a Palos,
a Bisbal a la cerámica, Figueras está a cuatro
pasos para poder ver el Museo Dalí, todo ello salía
en la película como cosa lúdica que podías
hacer tras la imerisón y tampoco pudimos conseguir
nada. Todo eran gastos y mi amigo Eduardo Admella, quien también
se enganchó los dedos en una serie, me dijo mira
te deseo mucha suerte pero estamos en un país en que
es muy difícil conseguirlo . Yo pensaba, sí
bueno, pero si no lo intentas..., lo intentamos pero
al final no salió bien, no conseguimos cubrir los costes
Y ¿a partir de entonces
te dedicaste a la pintura?
Ya dibujaba, he estado en el mundo de la publicidad cuarenta
años como mínimo, mi oficio era retocador de
fotografía industrial, trucajes con aerógrafo...
¡Analógico, no
digital como ahora!
Sí, los ordenadores me robaron mi oficio, entonces
me plantee reciclarme, pero fue en los inicios de la era informática
y eran carísimos, además al cabo de 1 año
ya estaban obsoletos. Estuve a punto de pedir un crédito
para comprar la maquinaria que necesitaba y fue muy buena
persona el vendedor, un señor mayor que cuando ya tenía
prácticamente la venta hecha me dijo: mire no
quiero engañarle esto que compra el año próximo
no le servirá para nada . Esto me enfrío
muchísimo a parte de que la informática no es
mi fuerte, no me avergüenza decir que no entiendo el
móvil. Pero bueno, ahora puede que me aproveche de
la técnica que me robó mi oficio para mi propio
material de archivo, pasado a vídeo me ayuda mucho
para las composiciones de mis cuadros. A partir de un vídeo
digitalizo, a partir de sus tomas...veo por ejemplo aquel
mero que necesito con el fotograma que me interesa y puedo
tomar apuntes sobre la posición real del pez en su
vida cotidiana.
¿Por ello las posiciones
que plasmas de los peces en tus cuadros son tan reales?
Verás, he hablado con pintores muy buenos, el Centellas
por ejemplo que hacía marinas, y que ya murió,
todos decían, esta temática tienes que
vivirla para poder conseguir calidad, si no no lo consigues.
Y evidentemente en los cuadros nunca podré colocar
un pez que no sea marino, no hay ningún error. Si hay
Posidonia es en el Mediterráneo, no la pintaré
nunca en imágenes del Mar Rojo, no existe, son reales
aún en eso, al haberlo vivido no puedo mezclar especies
ni algas que no son del mismo mar. Se acaba siendo un experto
en biología marina, quieras o no después de
tantos años en el agua te impregnas de biología
marina visualmente.
¿Qué opinión
tiene del buceo deportivo en España?
Veo que está en auge. Hoy los buceadores tienen muchísimas
facilidades, cuentan con una gran tecnología, aunque
en España se cuenta con un número de buceadores
inferiores en relación a otros países europeos,
que cuentan con lugares de buceo de menor calidad, como Holanda,
Bélgica, Alemania. Lo lógico es que el aumento
de los buceadores en España se equipare a estos otros
países.
Aunque egoístamente a veces deseo que no salgan más
buceadores porque hay momentos de gran saturación y
uno ya no encuentra un espacio para bucear.
¿Qué recomendaciones
podría dar a los que quieran plasmar imágenes
por medio de la fotografía o el vídeo?
Primero debe dominar la técnica del buceo. Aunque seas
novato se requiere estabilidad, estar equilibrado, esto es
necesario si te dedicas a la fotografía. Podrás
conseguir alguna instantánea buena, pero en el vídeo
debes de mantener un buen control, saber desplazarte, no usar
mucho el zoom, realizar secuencias cortas y amenas. Pero en
ambos casos un buen control.
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