¿Cómo compagina su trabajo de fotógrafo con su trabajo de activista medioambiental?
Es fácil, yo me considero un fotógrafo de conservacionista. La fotografía conservacionista nació de la necesidad de conservar la naturaleza. Desde los primeros logros de Ansel Adams y sus imágenes de la América salvaje, que cautivaron la imaginación del público americano, estamos aprendiendo a utilizar imágenes para conseguir crear áreas marinas protegidas. La fotografía conservacionista presenta tanto la belleza de nuestros mares como su espíritu en desaparición, representando la “voz grafica” de las organizaciones conservacionistas. Ellas utilizan mis imágenes para reforzar sus mensajes. Para crear imágenes que inspiran y afectan a la gente y las llevan a cambiar sus comportamientos y actuar, necesitas conocer la materia. Mi trabajo es contar la historia con imágenes; entiendo y comparto las problemáticas y estoy dispuesto a hacer algo. Cualquiera puede comprar el equipo, viajar a regiones interesantes y aprender los secretos de la flora y fauna; lo que no puede es comprar la pasión y el sentimiento de urgencia para crear imágenes imponentes que hagan que la gente realice acciones necesarias para conservar la naturaleza. El talento fotográfico combinado con la preocupación medioambiental y el conocimiento científico, son los elementos esenciales de un fotógrafo activista.
¿Qué efectos está teniendo la campaña en contra de la amputación de aletas de tiburón?
En 2002 empezamos la campaña “Say No to Shark Fins” (Di No a Aletas de Tiburón), apuntando hacia niños y parejas recién casadas. La batalla decisiva para salvar a los tiburones no está dándose en España, ni en el terreno de pesca, está en el sureste asiático y en China. Pekín y Shangai ahora mismo consumen más de un 60% de la industria de aletas de tiburones. Nuestra campaña en Singapur ha sido recompensada... Convertimos a los niños en embajadores de los tiburones, animamos a los novios a no servir sopa de aletas de tiburón durante su cena de boda; desde 2004 hasta 2006 vimos un importante disminución en el consumo. Desgraciadamente, en 2007 hubo un estallido económico en Singapur. Los precios de los hoteles se duplicaron, los beneficios se duplicaban. ¡Esta es la gente que ahora consume más que nunca por causa del incremento de la riqueza!
¿Cuáles eran los objetivos de otras campañas como la del pez Napoleón o la de las tortugas?
El pez Napoleón (Chelinus undulates) esta regionalmente extinguido en casi todos los arrecifes del sureste asiático. Son peces territoriales que se puede pescar muy fácilmente. Se pescan con cianuro para el mercado de peces vivos de arrecife en Hong Kong, Singapur, etc. Estos maravillosos peces son amistosos y muy importantes para el bienestar de un arrecife de coral sano. Empezamos con nuestra “Watch Nap” campaña centrada en Maldivas, e intervenimos en contra del mercado de peces vivos de arrecifes en Singapur y Hong Kong. Todo tipo de tortugas marinas están declaradas en peligro por el ICUN, desde hace sólo unos pocos años. Pescan 15.000 tortugas en Bali, la recolección y el consumo de huevos es cotidiano en los países asiáticos. Así, eliminando adultos y huevos, ninguna tortuga va a quedar en el mundo salvaje. Empezamos el programa de anidamiento en Derawan Island. En tres años soltamos casi 1.000.000 crías al mar. No somos los únicos; ahora mismo hay un montón de criaderos en Indonesia y Malasia
¿Los colores son el resultado de la manipulación con el ordenador o el resultado de emplear una técnica fotográfica especial?
El mar ya tiene suficientes colores, la manipulación con ordenador no es necesaria. Empecé a hacer fotos a final de los años 80, utilizando carretes hasta 2002.Así que entiendo las técnicas fotográficas ya que en aquellos días no teníamos la oportunidad de ver la imagen enseguida. Cuando salíamos fuera podía ser para uno o dos meses; y cuando volvíamos teníamos que revelar de 100 a 500 carretes para ver el resultado. No existía segunda oportunidad para ir otra vez a tomar las mismas imágenes. Teníamos que hacerlo bien cuando estábamos allí. Los carretes de diapositivas no perdonan, hay muy poco lugar para errores. Entonces, con estas facultades ahora estoy mejor preparado que nunca para sacar imágenes.
¿Qué intenta a transmitir con ese universo personal?
Era un sueño, una idea en el 2001, y se ha convertido en un libro, y luego en un festival, el “Celebrate the Sea Festival” (www.CelebratetheSea.com). Ha sido una esperanza y una visión mía que algún día, el mundo dedicara un día especial para conmemorar y celebrar el mar, como Noche Buena o Noche vieja... después de todo, el mar cubre mas de un 70% de nuestro planeta y desde hace más de 3 billones de años es la fuente y la cuna de la vida en la tierra. Sin el mar no podría existir ningún tipo de vida en esta tierra.
Al final del año pasado empecé a organizarme y este Marzo escribí una carta a la Presidenta de Filipinas, Gloria Arroy, por medio de su secretaria Cynthia Carrion, que literalmente me llevo a pasar la línea de meta. Recibí una carta de Cynthia dos días después, que se llamaba Proclamación de la Presidenta Nº. 1512, 13 de Mayo de 2008, con el titulo “Proclamando el mes de junio 2008 y de todos los años seguidos como el mes “celebrar el mar” y el segundo sábado de junio como el día “celebrar el mar”.... En la proclamación, en el párrafo 5 también dice, que ella declara con toda la fuerza de ley al Tiburón Ballena como icono de la protección y conservación marina. Acabo de firmar el documento oficial... ¡Madre mía, que nervios, la implicación es enorme! Así que el 14 de Junio, el segundo sábado del mes, los filipinos, una población de 90 millones, están invitados por su presidenta de celebrar el día del mar. Es el primero en el mundo y estoy muy contento de formar parte del proyecto. Ahora espero que otros países hagan lo mismo.
¿Cómo realizó el documental “24 horas en el arrecife”? ¿Cuál era su objetivo?
Lo hicimos los días 9 y 10 de Abril de 1999. 44 buceadores, 4 fotógrafos y 4 operadores de cámara formaron el grupo. Con la ayuda de asistentes y un grupo de técnicos éramos capaces de grabar 24 horas sin descanso un día en la vida de un arrecife, del arrecife Maaya Thila en Ari-Atoll en Maldivas. En la plataforma del buceo, nuestro técnico se ocupó de meter imágenes en directo a la página web. El libro lo publicamos en el año 2000 y producimos un documental para el National Geographic. El objetivo era observar la vida de los habitantes del arrecife: de los peces, tiburones, corales, pulpos, calamares… para saber cuándo se despiertan, qué y cuándo comen, dónde descansan, juegan, se esconden y cuándo duermen. Era extremadamente interesante ver el mismo animal durante todo el día y otro tipo de animal que dominaba las horas nocturnas.
Los países desarrollados han empezado de ver la necesidad de conservar los mares. ¿Y los que aún han de desarrolarse?
Es verdad que la conservación es la fantasía de una persona rica, y que en economía la conservación no está en la ecuación. Por ejemplo, Australia está reconocida por ser el numero uno para asuntos de conservación; pero el gobierno de Queensland ahora está considerando permitir la pesca legal de tiburones ¡en la Gran Barrera! Entonces estamos llamados a intervenir en contra de ellos. Indonesia tiene la mejor ley de conservación del mundo pero es el peor país a la hora de aplicarla. Creo que hasta cuando matemos el último tiburón, o peor todavía, el último pez, los economistas no tendrán ni idea de que vivimos en un mundo finito. Los recursos naturales del mundo no son infinitos.
¿Que podemos hacer nosotros, los buceadores, para ayudar a conservar los oecanos?
Los buceadores son, por defecto, embajadores para los océanos y deben compartir sus experiencias con sus familias y amigos, aportar imágenes para exponer su afición y para convencer a otros de ir con ellos al mar. Si todo el mundo fuera buceador, nuestro planeta tendría oportunidad de sobrevivir otros billones de años. Los buceadores también deberían ejemplarizar no comiendo atún o animales en peligro, ser sensibles en la hora de comer marisco, etc.