Definición
de espeleobuceo
El espeleobuceo consiste en la exploración y el estudio
de las cavidades sumergidas empleando las técnicas de
buceo adaptadas al medio subterráneo. Se trata por tanto,
de una especialización dentro de la espeleología.
Sus practicantes pueden tener un doble origen: espeleólogos
que utilizan las técnicas del buceo o bien buceadores
marinos que se convierten en espeleólogos. Generalmente
los submarinistas sólo visitan las cavidades como una
actividad más, sin ser el único objetivo de sus
inmersiones habituales, y en todo caso estas se realizan desde
un punto de vista únicamente deportivo o lúdico.
Para los espeleólogos, las porciones finales de las cuevas
totalmente inundadas significaban el punto final de la exploración
de una cavidad. Pero con el paso de los años, lo que
en los inicios constituía algo temido y no deseado, ya
que significaba el final de la exploración, se convirtió
para unos pocos en el objeto del deseo. Ya no se temía
a la galería sumergida, sino que se buscaba, había
nacido el espeleobuceo como actividad propia y sus practicantes,
los espeleobuceadores, constituían auténticos
privilegiados en franquear esos límites.
De la misma manera que ocurre con los espeleólogos, se
pueden diferenciar los espeleobuceadores que únicamente
son deportistas y amantes de sensaciones fuertes de los que
buscan documentar y estudiar seriamente las cavidades inundadas.
De todas formas, todos los aspectos: científico, deportivo
y técnico se complementan para poder llevar a cabo grandes
empresas y obtener resultados útiles y bien documentados.
La historia del espeleobuceo está constituida por una
serie de episodios fascinantes, impresionantes descubrimientos,
instantes de coraje y dramatismo que transcurren al mismo tiempo
que evolucionan las técnicas de inmersión. Muchos
de los pioneros del escafandrismo subterráneo pagaron
con su vida el intento de franquear las galerías anegadas.
Técnica
especializada
Una de las principales dificultades de los trabajos efectuados
en las cavidades son las aproximaciones hasta las cuevas, a
veces situadas a gran distancia de los lugares en donde se dejan
los vehículos, ya que a muchas de ellas se accede desde
tierra. Después de llegar a la cueva, se inicia el transporte
hasta los lagos con el pesado y voluminoso equipo de inmersión.
Según las cavidades se deben emplear escalerillas, cuerdas
y pasar entre pasos estrechos y bloques inestables para llegar
a alguno de los sifones. Una vez superadas todas estas dificultades,
a veces agotados por el esfuerzo, comienza propiamente el espeleobuceo.
Hay que saber cuando detenerse, afianzar el hilo guía
y regresar, no dejarse llevar por la emoción de continuar
el descubrimiento porque si se apura el aire puede que no baste
para el retorno. La forma física, la preparación
técnica, un equipo adecuado para lo que se pretende acometer,
comprender las cuevas, coraje, no tener nervios y ser consciente
de las propias limitaciones son condiciones imprescindibles.
No hay salida de emergencia, por este motivo todo el material
se lleva por duplicado o triplicado. Con el aire de las botellas
se aplica la ley de los tres tercios: un tercio para entrar,
uno para salir, y el otro de seguridad. En todos los casos,
los exploradores van colocando a medida que avanzan un hilo
guía, previamente marcado con números. Este es
el cordón umbilical que los enlaza con la salida, con
la vida. El hilo guía es de grosor variable, se va anclando
a las paredes de la cueva. A cada bifurcación de la cueva
se coloca una flecha de plástico sobre el hilo guía,
que indica el sentido de salida y que se pueda ver y notar con
la mano. El agua de las cuevas se enturbia con facilidad y la
roca calcárea descompuesta forma un fango donde es imposible
la visión. La única forma de salir es agarrarse
al hilo guía y tocar las flechas en dirección
de salida, ya que en ocasiones, por desorientación uno
no sabe si entra o sale.
En muchas cavidades, o bien en tramos de éstas, no se
puede confiar en la ayuda del compañero, la nula visibilidad
impide que sea consciente de una situación de riesgo
y si además esto ocurre en una zona estrecha aún
peor.
Para largas distancias se deben emplear un mayor número
de botellas, que en ocasiones se van distribuyendo por las galerías
a medida que se avanza o utilizar torpedos, es decir propulsores
eléctricos con hélices, para ganar tiempo, ahorrar
esfuerzo y consumir menos aire. En las cavidades en las que
se dan profundidades considerables junto con tiempos de inmersión
largos se entra en descompresión, por lo que las dificultades
técnicas y los riesgos para los espeleonautas se incrementan
considerablemente, complicando mucho más la progresión.
En inmersiones de estas características se pueden o deben
(según la dificultad) emplear mezclas de gases que permiten
aumentar el tiempo de inmersión y reducir el riesgo de
accidentes.
Hay que recordar incesantemente que sólo se debe ser
practicada por gente preparada que cuente con una avanzada experiencia
en espeleología y buceo en cuevas. Las causas de los
accidentes suelen ser la inexperiencia, el equipo inadecuado
o sobrestimar la propia capacidad. El tener mucha veteranía
en buceo en mar no implica el estar preparado para el buceo
en cuevas dificultosas, ya que son campos diferentes.
El hecho de ser una disciplina con un elevado riesgo hace que
todas las precauciones sean pocas.
El
Espeleobuceo en Mallorca
Mallorca a pesar de tener una extensión reducida (3.667
km2), es por sus características geológicas,
un lugar propenso a la existencia de cavidades subacuáticas
de elevado interés.
Son frecuentes las cuevas en las cuales las morfologías
asociadas al desprendimiento de bloques rocosos, producto
del reajustamiento mecánico de las paredes y techos,
llegan a borrar muchos vestigios de las fases evolutivas anteriores;
formándose en ocasiones salas de gran volumen. Las
cuevas de la isla son bien conocidas por la belleza y abundancia
de los espeleotemas que se encuentran en su interior. Una
gran variedad de clases de formaciones están representadas:
estalactitas excéntricas, helictitas, escudos, gours,
estalactitas, estalagmitas, coladas, etc., en gran número
y dimensiones considerables. Pero también son de gran
interés y espectacularidad en las cuevas freáticas
litorales las formaciones de corrosión causadas por
la acción de disolución del agua sobre las rocas.
Las zonas litorales de los términos municipales de
Llucmajor, Santanyí, Felanitx y Manacor, llamadas en
Mallorca popularmente ses marines corresponden a plataformas
rocosas planas formadas por rocas calcáreas arrecifales
del final de la era terciaria. Los materiales que las forman
pertenecen a un antiguo mar cálido similar al que se
da en el Caribe actual. Estas plataformas planas envuelven
las sierras del Levante mallorquín y formas los acantilados
costeros. Es en estos materiales en los que se ubican las
cavidades freáticas litorales más espectaculares
por sus dimensiones.
La historia de esta especialidad espeleológica en Baleares
se inició en 1954 con A. Ballester y F. Sibila entre
otros, que realizaron exploraciones subacuáticas en
la Cova Polida de Fornells y en la Cova dels Anglesos (Menorca).
Pero es principalmente a principios de los años 70,
la época en que se empezaron a realizar inmersiones,
poco preparadas y con escasos medios técnicos por parte
de buceadores de mar locales y espeleólogos aprendices
de submarinistas. Posteriormente, a finales de los años
80, Mallorca pasó a ser frecuentada por espeleobuceadores
de diversos países, en especial provenientes del País
de Gales y Inglaterra. Mientras tanto también se producían
inmersiones por parte de mallorquines en diferentes cavidades
de la isla. No obstante, la documentación sobre los
descubrimientos era en general escasa.
A partir del año 1994, el espeleobuceo en Baleares
experimentó un gran avance, fruto del cual se han realizado
diversos estudios relacionados con las cavidades con importantes
prolongaciones bajo el agua. De forma organizada y sistemática
los espeleobuceadores de la Federació Balear dEspeleologia,
con asesoramiento de la Societat dHistòria Natural
y en colaboración con la Universidad realizan el estudio
descriptivo y científico de las cavidades litorales
y de otras cavidades con prolongaciones subacuáticas.
El Grup Nord de Mallorca (GNM) reúne desde comienzos
de 1999 a todos los espeleobuceadores que hasta la fecha se
encontraban diseminados entre la secció despeleologia
del GEM, el propio GNM y el desaparecido CCDS. La sección
de espeleobuceo está constituida por un reducido, pero
muy activo grupo que realiza en cavidades sumergidas un elevado
número de inmersiones mensuales. Sus actuales componentes
más activos son: Xisco Gràcia, Juanjo Lavergne,
Bernat Clamor, Peter Watkinson, Robert Landreth, Pedro Gracia
y Oscar Espinasa (fotógrafo).
Investigación
En realidad no se puede hablar de auténtica exploración
si no se produce como mínimo la descripción,
mediante topografías realizadas con mediciones, de
las características de las cavidades descubiertas.
La exploración, estudio, topografía y documentación
de una cavidad inundada lleva implícito un trabajo
muy importante, y en ocasiones un coste económico considerable,
asumido normalmente por los propios espeleólogos. El
trabajo de exploración, la elaboración de los
planos, y la documentación fotográfica representan
innumerables jornadas de inmersiones. Exploración tras
otra, los buceadores espeleólogos van descubriendo
y registrando las galerías subterráneas inundadas.
Fruto de estas tareas ha sido la exploración, el estudio
y la topografía de muchas cavidades entre las que destacan:
la Cova de sa Gleda con 10.500 metros de recorrido, la Cova
des Coll con 4880 metros (de los cuales 3389 metros son subacuáticos),
la Cova den Passol con 2176 metros (las tres zonas subacuáticas
que presenta totalizan un recorrido de 1.579 metros) y la
Cova de Cala Varques B con 1.221 metros (1.127 metros bajo
las aguas).
Actualmente se está trabajando especialmente en la
marina de Manacor, en dónde se están hallando
importantes novedades. El objetivo que se persigue es el estudio
de las cavidades en sí mismas, exploración,
descripción, geología, formaciones geológicas
que presentan en su interior, formas de corrosión,
espeleotemas, estado evolutivo en que se encuentran, bioespeleología
de las aguas, con interesantísimos endemismos y especies
despigmentadas y adaptadas a estos medios, así como
de otros animales que frecuentan el medio, paleontología
recolección de fósiles para su estudio científico,
recogida de paleoniveles freáticos (formaciones que
indican antiguos niveles de los lagos y de la oscilación
marina) para determinar su edad e interpretación de
los resultados por la Universitat de les Illes Balears, recuperación
de materiales arqueológicos bajo la supervisión
y autorización de Patrimoni Històric del Consell
Insular de Mallorca, son algunos de los campos de acción.
De forma organizada y sistemática los espeleobuceadores
de la Federació Balear dEspeleologia, con asesoramiento
de la Societat dHistòria Natural y en colaboración
con la Universidad realizan el estudio descriptivo y científico
de las cavidades litorales y de otras cavidades con prolongaciones
subacuáticas.
Financiación
La gran parte de los trabajos efectuados se han realizado
de forma altruista, aunque los últimos hallazgos y
proyectos han requerido que se solicitase a diferentes instituciones
su colaboración, por no poder ser asumidos los desembolsos
económicos de forma personal por los componentes del
equipo. El elevado coste del material sofisticado que se emplea
hace que las ayudas recibidas sean insuficientes. De todas
formas agradecemos la colaboración de la Direcció
General dEsports y de la Direcció General de
Biodiversitat del Govern de les Illes Balears. También
han colaborado el Departament de Medi Ambient y el Departament
de Patrimoni Històric del Consell Insular de Mallorca,
así como el Ajuntament de Manacor y la Federación
Española de Espeleología.
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